De nuevo y otro año más, en nuestra tierra sevillana, nuestro tradicional Quintillo, pero esta vez fue una celebración un tanto agridulce. Me refiero, como ya os habréis podido imaginar, al fallecimiento en las vísperas de nuestra querida Encarna Sánchez Guardamino. Esperando que ella goce pronto en la presencia del Señor, y enviándole a toda la familia nuestro más sincero y caluroso de los recuerdos.

Tuvimos la celebración de la Santa Misa a cargo de D. José Antonio Parrilla Sarmiento, que nos regaló una preciosísima homilía y nos dijo que teníamos que creérnoslo, sí, creernos todo aquello que nuestra tradición guarda tan celosamente de generación en generación, que era nuestro tesoro, que si no nos lo creíamos ¿cómo lo íbamos a transmitir? Y que teníamos que estar dispuestos y en nuestros sitios para que cuando Él quisiera no nos encontrara durmiendo sino esperando.

La Misa se celebró en el convento Madre de Dios y agradecemos su acogida a las madres dominicas que lo tenían todo dispuesto.
Y terminamos la celebración en nuestro Círculo Virgen de los Reyes. Este año contamos con la grata presencia de nuestra presidente Dª. María Cuervo Arango a quien tuvimos el honor de recibir y con ella escuchamos las palabras que nos dirigieron primero nuestro presidente regional Manolo Onrubia y, posteriormente, Emilio Tejero y Juan Manuel Rodríguez.

La comida que disfrutamos en familia con todos los asistentes fue el colofón para este magnífico día que, aunque duró bastantes horas, se nos hizo corto.


Dar las gracias otro año más a todos aquellos que hicieron posible que todo ocurriera tal y como se esperaba.