Quisiera compartir un texto con todos los lectores de este blog. Lo escribió, en la primavera de 1932 y en las páginas del periódico tradicionalista “El Observador”, don Manuel Fal Conde bajo el pseudónimo de A.C. Buche. El artículo está enmarcado en el contexto de la persecución religiosa por parte de los poderes republicanos, de la legislación restrictiva a la práctica pública de la fe católica, de la retirada de crucifijos en las aulas de las escuelas… de todo eso que en los años treinta hizo la República y que hoy se empeña en repetir, en una nueva intentona, el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.
En medio de esa situación de persecución a la fe, de laicismo anticatólico, muchas cofradías sevillanas amenazaron con no salir a la calle en Semana Santa, en protesta por las persecuciones que desde el Poder público se hacía contra la Religión verdadera. El Ayuntamiento de entonces, viendo el terremoto que esto produciría, se guardaba sus “principios” en el bolsillo y pedía a las cofradías que saliesen, ofreciendo suculentas subvenciones a cambio. Los mismos que aprobaban legislaciones contra la Religión Católica, que pretendían prohibir la exhibición de símbolos religiosos en los lugares públicos, pedían imágenes de Cristo, y de la Santísima Virgen, por las calles de Sevilla.
La situación hoy es exactamente igual. La misma chusma que pretende arrinconarnos a los católicos dentro de los templos y negarnos el derecho a que los símbolos del Amor y la Verdad sean ostentados de forma pública, quiere compadrear con las cofradías, pretende comprarlas, con las mismas treinta monedas con las que Judas vendió al Maestro. Sigue leyendo →