Nota de prensa de la Comunión Tradicionalista Carlista – Conclusiones del Foro Alfonso Carlos: Diez consejos para luchar por la España rural
A continuación publicamos las principales conclusiones de la universidad de verano de los carlistas (Foro Alfonso Carlos I) que se ha celebrado recientemente en Toledo:
- Hay que conocer la verdad. De nada sirve estar en la última tractorada contra el Gobierno si no se acomete una visión de conjunto de los problemas de la España rural. Esa visión general exige remontarse al origen del proceso revolucionario liberal, padre de todas las ideologías.
- Hay que difundir esa realidad y denunciar todos los ataques que recibe el campo: las mentiras del cambio climático antropogénico; el negocio de los grupos ecologistas; la rapiña de los fondos de inversión; la burocracia que asfixia a autónomos y pequeñas empresas, la falta de libertad que aplasta con normas abusivas cualquier emprendimiento.
- Hay que formarse en la lucha legal, organizar talleres de derecho activista para aprender a usar las leyes vigentes contra los enemigos de lo rural.
- Hay que entrar en política. Eso quiere decir concretar el compromiso y actuar dejando de lado cualquier tentación individualista o derrotista. Desde el concejo o las cooperativas y asociaciones, hasta el ayuntamiento o la política electoral convencional, hay mucho por hacer.
- Hay que abrir los ojos a la sociedad. La responsabilidad del Carlismo no es postularse como un partido más sino hacer ver a quienes ya están luchando que el debate no es izquierda o derecha, democracia o dictadura. Las soluciones no vendrán del sistema partitocrático sino de los mismos españoles cuando comprendan que ya existía libertad antes del liberalismo, sociedad antes del socialismo, comunidad antes del comunismo o ecología antes del ecologismo.
- Hay que volver al campo, pero volver de verdad. No para ser teletrabajadores urbanitas sino para implicarse de verdad en las formas de vida rurales y en las buenas tradiciones que aún perviven.
- Hay que sostener, recuperar o crear auténticas comunidades, luchando para que sean cada vez más libres en economía, en educación, en autodefensa…
- Hay que buscar, conocer y apoyar todos los núcleos de resistencia que estén ya actuando: disidentes individuales, grandes o pequeñas instituciones, iniciativas «guerrilleras» de toda clase.
- Hay que prepararse. Para lo que pueda venir, o para lo que va a venir.
- Hay que confiar en la Providencia. La España rural es todavía en muchos rincones un testimonio vivo de la España católica. Sin la luz espiritual que aporta el Evangelio no habrá forma de defender esa España rural que amamos.
Comisión Permanente de la Junta de Gobierno de la
Comunión Tradicionalista Carlista