IU: otra ignominia más

La formación política de Sánchez Gordillo (ese que se fotografía mostrando su apoyo y simpatía por la causa proetarra), ha vuelto a la carga con su desvergüenza una vez más. Esta vez ha sido en Sevilla, donde el portavoz municipal de Izquierda Unida, Antonio Rodrigo Torrijos, ha anunciado que pedirá la ilegalización de todas las formaciones políticas que "no condenen de forma explícita el golpe de Estado de julio de 1936".

Para que nos entendamos, Izquierda Unida quiere ilegalizar, por ejemplo, a la CTC, impulsora de este espacio, porque no renuncia ni se avergüenza de su participación en el Alzamiento y Cruzada que comenzó el 18 de julio de 1936. Estos "demócratas" amigos de los terroristas de ETA, nos piden que condenemos a los que nos precedieron. Que condenemos una acción heróica que impidió que la chusma a las órdenes del Partido Comunista quemara todas las iglesias de España y matara a todos los católicos, laicos y religiosos, como eran sus planes. Que condenemos la defensa de la Fe Católica frente a quienes pretendían aniquilarla en España. Los quemaiglesias; los quemapasos de Semana Santa; los amigos de los proetarras; los que obligaron a que la Esperanza Macarena o la Virgen de la Amargura tuvieran que ser escondidas en casas particulares para   librarlas del fuego que prendieron sus manos; los que han tenido que devolver todo el dinero que supuestamente enviaron a Cuba o a Colombia para comprar equipos médicos –mentira, mentira, mentira-; Esos quieren que reneguemos de nuestra historia, de nuestra fe, y del ejemplo de nuestros mayores, que salvó a España del monstruo del comunismo. Por lo que me toca, están más que frescos.

Antes que renunciar a uno sólo de los que lo dieron todo por Dios, la Patria, los Fueros y el Rey,  veremos esas banderas rancias y arrugadas que enarbolan en la foto, podridas y descompuestas.  Antes ilegales que traidores.

Más le valdría al señor Torrijos preocuparse por hacer algo por la ciudad de Sevilla (en lugar de por sus camaradas de partido) y no andar tratando de ganar una guerra perdida, 74 años después.

 

Carlista sevillano

Semana Santa y persecución anticatólica

Quisiera compartir un texto con todos los lectores de este blog. Lo escribió, en la primavera de 1932 y en las páginas del periódico tradicionalista “El Observador”, don Manuel Fal Conde bajo el pseudónimo de A.C. Buche. El artículo está enmarcado en el contexto de la persecución religiosa por parte de los poderes republicanos, de la legislación restrictiva a la práctica pública de la fe católica, de la retirada de crucifijos en las aulas de las escuelas… de todo eso que en los años treinta hizo la República y que hoy se empeña en repetir, en una nueva intentona, el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.

En medio de esa situación de persecución a la fe, de laicismo anticatólico, muchas cofradías sevillanas amenazaron con no salir a la calle en Semana Santa, en protesta por las persecuciones que desde el Poder público se hacía contra la Religión verdadera. El Ayuntamiento de entonces, viendo el terremoto que esto produciría, se guardaba sus “principios” en el bolsillo y pedía a las cofradías que saliesen, ofreciendo suculentas subvenciones a cambio. Los mismos que aprobaban legislaciones contra la Religión Católica, que pretendían prohibir la exhibición de símbolos religiosos en los lugares públicos, pedían imágenes de Cristo, y de la Santísima Virgen, por las calles de Sevilla.

La situación hoy es exactamente igual. La misma chusma que pretende arrinconarnos a los católicos dentro de los templos y negarnos el derecho a que los símbolos del Amor y la Verdad sean ostentados de forma pública, quiere compadrear con las cofradías, pretende comprarlas, con las mismas treinta monedas con las que Judas vendió al Maestro.  Sigue leyendo