Están tristes los liberales, están tristes y asustados porque no han podido evitar que alguien más radicales que ellos lleguen al poder. No se acuerdan ya de cuando los radicales eran ellos y han olvidado que para llegar al poder lo hicieron siempre a punta de bayoneta, cuando no con la guillotina por delante como pasó en Francia, en aquella revolución liberal, madre de todas las revoluciones. Sigue leyendo
Tristeza
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