José Adriano Pequito Rebelo nació en 1892 y falleció en 1983. Es su dilatada existencia un fructífero compendio vital entregado a los máximos ideales del Portugal Fidelísimo. Amén de escritor, científico, abogado por la prestigiosa universidad de Coimbra y filósofo, fue uno de los mejores políticos portugueses del siglo XX, realzando con António Sardinha el ala más tradicionalista del Integralismo Lusitano.
Siempre fue el más bravo soldado: Participó en la Primera Guerra Mundial por la integridad del ultramar portugués, fue herido en la intentona de Monsanto en 1919 (La “Monarquia do Norte”); en nuestra Cruzada estaba presto en 1937 con su avioneta colaborando estrechamente con el Requeté, y ya en la segunda mitad del XX empuñó su espada por el África Lusa, viviendo la amargura de la muy oprobiosa traición de la Revolución de los Claveles en 1974, para luego ver expropiados sus terrenos del Alentejo por mor de una política sovietizante que muy pronto fracasaría.
Puso su patrimonio al servicio de su carácter emprendedor e innovador y de la causa tradicional portuguesa, financiando la revista Nação Portuguesa y el periódico “A Monarquia”.
En su completa obra defendió la Alianza Peninsular de António Sardinha, amén de tratar sobre los espinosos asuntos de la alianza inglesa, meditaciones de Fátima, análisis sobre el fascismo italiano, reformas agrarias, etcétera. Municipalista convencido, abominando de la charlatanería parlamentaria, defendió con poder de convocatoria una monarquía orgánica, tradicional, corporativa; siendo una ilustre incomodidad para determinados sectores del salazarismo.
Caballero de espuelas de oro que murió con las botas puestas, conociendo el sufrimiento y desconociendo la rendición. Excepcional, entrañable y emotivo es su recuerdo como tronco reverdecido de la lucha realista al otro lado del Guadiana.
Pequito Rebelo: Deus, Patria e Rei!
Antonio Moreno Ruiz
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Contra el europeísmo
Ni puedo ni quiero ni debo ser europeísta. "España y yo somos así, señora", que dijo un genio. Y menos de la Europa de Westfalia, que se confirmó en criminosos engendros desde Cromwell a la guillotina francesa.
¿Que hubo un día en que la Cristiandad se confundió con Europa? Sí, cuando el Viejo Continente miraba a Tierra Santa con todas sus fuerzas.
Yo soy español, español de Andalucía, español por andaluz y andaluz por español, no me “entretengo” en engañosos galimatías, y por ende defiendo la Hispanidad. Y porque soy hispanista, no puedo ser otra cosa que lusófilo y (hispano)americanista, amén de tremolar muy alta la bandera de mi raza. Porque pienso y creo que el camino español no tiene pérdida posible desde los romanos tiempos, y que éste se encuentra por ventura en la fuerte alianza con Portugal y nuestra América, en recuperar Gibraltar y en no descuidar la costa norteafricana como nuestra natural orilla. Y eso es lo que más temen y odian nuestros enemigos de siempre, por más que estemos en nuestras horas más bajas. Nunca querrán a España y Portugal aliados de verdad, ni menos con el Ultramar. Tanto a España como a Portugal se lo han venido dejando claro en estos últimos siglos. Sigue leyendo
Cerca de Andalucía: el Algarve Miguelista
Huelva tiene como excelente vecino al Algarve portugués, que fue memorable escenario de la resistencia tradicionalista.
Con razón y fuerza hemos de hablar en este contexto de José Joaquim de Sousa Reis, “o Remexido”, que resistió hasta las últimas consecuencias cual león lusitano, al igual que Tomás António da Guarda Cabreira, primer conde de Lagos y mariscal miguelista natural de Tavira. Capitán de ordenanzas, ejerciendo una concienzuda labor municipal, como la mayoría del pueblo portugués apoyó a Miguel I como rey legítimo tras su aclamación en Cortes. También conocido como “o homen da serra”, derrotó al famoso Sá da Bandeira en la batalla de Sant´Ana.
Cuando el duque de Terceira invadió el Algarve, o Remexido abandera la Contrarrevolución cual Viriato meridional. Acusado injustamente de varios crímenes cometidos en su nombre, nuestro héroe va a ir replegándose hacia el Alentejo. Será en estas zonas donde mantenga la enconada resistencia legitimista mientras que la usurpación de D. Pedro (Traidor al pueblo luso desde Brasil) y su hija María Gloria venía de la mano de Inglaterra, la Francia de Luis Felipe, mercenarios belgas, y en el escenario económico, Mendizábal y los Rotschild; los mismos que atentaban contra el pueblo de Carlos V de España. Sigue leyendo