Cuando oía a alguien que se dice católico criticarnos a los carlistas porque “mezclamos la religión con la política”, me quedaba perplejo, no entendía y no me explicaba dicha crítica. Pero poco a poco he terminado pensando que siguiendo esa lógica de no mezclar la religión con la política, tampoco deberíamos bendecir la mesa antes de comer porque, eso es mezclar la religión y la gastronomía y, tampoco encomendar nuestra jornada laboral para, no mezclar trabajo y religión, ni mucho menos ofrecer nuestros sufrimiento por alguna enfermedad pues, no se debe mezclar sanidad con religión, ni nuestro descanso y nuestro ocio… y, así burla burlando, y en buena lógica, llegamos a la conclusión de que la religión, no se debe mezclar con nada, debería permanecer aislada, como un ente de razón, despegada por completo del acontecer humano de todos y cada uno de nosotros, como hacen los gases nobles.
La Religión y la tabla periódica de los elementos.
5