Policía especial

Ahora resulta que para la boda del Príncipe Guillermo de Inglaterra, (el primogénito del orejudo Príncipe de Gales y heredero de la Corona Británica), con la bella señorita Kate Middleton, (me recuerda a aquello de “Don Middletón tenía tres gatos…”), Scotland Yard ha dispuesto a más de cinco mil agentes especiales para velar por la seguridad del casorio.

Independientemente de que a mí, personalmente, me importe algo así como tres pimientos las bodas reales que se celebren en tierras de la “pérfida Albión”, sí me ha llamado la atención el dispositivo de seguridad montado para la ocasión. No por el número de agentes, sino por el motivo “defensivo” para el que se ha montado.

Según aparece hoy en la prensa, la Comisaria Adjunta de Scotland Yard, Srta. Lynne Owens, ha advertido a la población londinense en los siguientes términos: “Si ven a alguien entre la masa que actúa de forma sospechosa, avisen a un agente cuanto antes. Necesitamos que seáis nuestros ojos y nuestros oídos”. Hasta aquí, todo perfecto. La colaboración del pueblo a la hora de evitar sucesos indeseados siempre es de elogiar. Pero tampoco ha sido ese llamamiento lo que me ha llamado la atención. Sigue leyendo