El alcalde de la ciudad de Sevilla ha permitido “encantado” que en lo más alto de la Casa Consistorial sevillana, desde el pasado jueves día 10 y hasta el próximo día 28 de Junio, esté ondeando un trapo de colorines para celebrar lo que algunos llaman el “día del orgullo gay”, expresando así públicamente el apoyo financiero y político del Gobierno de la ciudad a tal celebración.
El sectarismo manifiesto que nuestros gobernantes demuestran día a día, bien sean en los ámbitos locales, regionales ó nacionales en pro de colectivos absolutamente minoritarios está haciendo que el pueblo español, (dejemos de llamarlo “ciudadanía”), vea a España como el cortijo de una clase política con patente de corso para llevar a cabo todos sus desmanes; y, lo que es más grave, nadie con poder suficiente hace nada para impedirlo. Sigue leyendo