Presentación de «Escolios para el combate» de Javier Barraycoa

Después de más de un año de tener muy limitada la actividad en nuestro Círculo Carlista Virgen de los Reyes debido a las restricciones recibimos este jueves 2 de julio a Javier Barraycoa que nos presentará su último libro «Escolios para el combate», una selección de artículos periodísticos en los que el autor denuncia las incongruencias del conservadurismo, de la izquierda y, evidentemente, del nacionalismo, metiendo el dedo en la llaga del costado de los patriotas constitucionalistas y denunciando la traición constante de los gobiernos centrales.

Tras el acto de presentación tendremos un coloquio sobre los insultos y la cuestión catalana. Terminaremos con un agradable rato de convivencia en las dependencias del Círculo. La cita será este viernes 2 de julio a las ocho y media de la tarde y el acceso es libre hasta completar aforo.

Cartel de la presentación de Javier Barraycoa en Sevilla

Javier Barraycoa Martínez (Barcelona, 1963) es doctor en filosofía, profesor de la Universidad Abat Oliba de Barcelona y miembro de la Junta de Gobierno de la CTC. Pertenece a la Escuela Tomista de Barcelona y es fundador, y actual Presidente, de Somatemps.

Rosario por la Vida, 24 de abril en Sevilla

Por tercer mes consecutivo el Circulo Carlista Virgen de los Reyes y la Junta Regional de la Comunión Tradicionalista Carlista en Andalucía convoca el rezo del Rosario por la Vida, en desagravio por las leyes contrarias a la Vida y Dignidad Humana y en petición de su total derogación. Invitamos a todos los que defiendan la vida y dignidad humanas a participar en el mismo.

Será el último sábado del mes de abril, día 24, a las 12 del mediodía y en el mismo escenario de los dos anteriores, en la Avenida de Roma, ante el Palacio de San Telmo.

Informamos a los asistentes de que la autoridad política impone el cumplimiento de medidas covid en vigor (uso de mascarilla y distancia interpersonal) bajo amenaza de disolver la concentración y aplicar sanciones en caso contrario. Por esa razón nos vemos obligados a pedir colaboración por su parte en el cumplimiento de dichas medidas.

Recordamos el Manifiesto por la Vida que elaboró la nuestra Secretaría General en la primera convocatoria, el pasado mes de febrero:

MANIFIESTO EN DEFENSA DEL SER HUMANO

La dignidad humana se funda en ser el hombre la única criatura creada por Dios a imagen y semejanza suya; y luego en haber sido reconciliado con Dios por medio de la muerte en Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.

Buscar la dignidad de ser humano en escuelas filosóficas supuestamente humanitarias, o en ideologías políticas mentirosamente «democráticas», o en la ciencia, llevan al hombre a un callejón sin salida en el que acaba siendo imposible la defensa de su propia dignidad.

La experiencia nos demuestra esta realidad, pues supuestamente en todos los países occidentales rigen la mal llamada «Declaración Universal de los Derechos Humanos» aprobada en París el 10 de diciembre de 1948. Y entre estos supuestos Derechos Humanos se encuentra su propia dignidad, según establece el artículo 1 de tal declaración. Y sin embargo, en todos estos países se ha ido estableciendo progresivamente el aborto provocado, la fecundación artificial, la eutanasia y los tratamientos e intervenciones mutiladoras para conseguir, supuestamente, el cambio de sexo.

Si se ha llegado a legalizar estos actos aberrantes aun estando en vigor el citado artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos es porque en efecto las declaraciones políticas y/o jurídicas que no tienen su fundamento en el derecho natural no hacen más que fundar supuestos derechos que no son más que quimeras y monstruos que acaban por devorar al ser humano, a aquel que dicen querer proteger.

Su Santidad Pío XII se negó a suscribir esta Declaración de supuestos derechos humanos por cuanto sabía que, en efecto, es perverso construir un ordenamiento social, político y jurídico al margen de la ley moral escrita por el Creador en los corazones de los hombres: el derecho natural.

Los Carlistas sabemos que la moral y el derecho tienen un carácter propio que es preciso salvaguardar; expresan el orden de la conciencia y el de la ley, y las relaciones, a que obedecen, prohíben tanto separarlos como confundirlos plenamente. Y sabemos que entender que el derecho natural, por el mero hecho de serlo, no reivindica su positivación es una consecuencia de la radical separación entre moral y derecho, dogma esencial del positivismo, que es el mal que hoy sufrimos, y que vuelve sus armas contra el ser humano.

Hoy para nuestros políticos y legisladores la Ley ya no es la «ordenación de la razón al bien común, promulgada por quien tiene al cuidado de la comunidad». Para nuestros políticos y legisladores la ley no es más que un acto de voluntad al margen de la razón y del bien común; un acto que solo necesita del número (la mayoría de un parlamento) para ser aprobada.

Por eso los Carlistas llamamos a todos los hombres de buena voluntad a luchar contra este estado de cosas. A luchar de verdad y desde los principios contra el aborto, contra la eutanasia, contra la manipulación genética y contra la ideología de género. Para ello hemos de recordar, a tiempo y a destiempo:

  • Que el hombre está dotado de su dignidad por el acto creador de Dios, que es el único origen de la dignidad del hombre. Buscar el origen de la dignidad en cualquier otro fundamento acaba en el callejón moral en el que nos encontramos.
  • Que el hombre está dotado de un alma inmortal, y que su objeto en esta vida es honrar y alabar a Dios, y buscar la vida eterna. Y que la Ley debe facilitar la consecución de estos fines, no estorbarlos.
  • Que la Ley no es ley, sino simple apariencia de Ley, cuando no respeta el derecho natural ni busca el bien común.
  • Que al no ser leyes sino apariencia de leyes, estas que hacen pasar por derechos el aborto provocado, la eutanasia, la manipulación genética, y todas las enormidades de la ideología de género; es nuestro deber oponernos a ellas, e incluso desobedecerlas.
  • Y finalmente, que no acabaremos con estos crímenes “tolerados” por el poder mientras no fundamentemos la sociedad en la seguridad de que la Verdad existe, y que es reconocible por el solo ejercicio de la razón humana. Y que esta Verdad a la que el hombre de buena voluntad puede acceder por el solo camino del uso de su razón (sin necesidad de revelación divina ninguna) es que Dios existe, y que ha establecido una serie de leyes naturales que deben ser respetadas.

Hoy por hoy, estas verdades de catecismo que acabamos de resumir solo pueden ser defendidas por el Carlismo. Pues hay otros grupos humanos que son provida, pero se empeñan en defender la vida dando por buenos los fundamentos supuestamente democráticos que nos traído hasta aquí. Eso es un error, pues creer que se puede defender la dignidad humana intentando alcanzar una mayoría de la población contraria al aborto, o a la eutanasia, o a ideología de género es un error. Y es un error porque la justicia de una norma no está en relación con el número de personas que la apoyen, sino en razón al reconocimiento que la ley haga de la ley natural. Reconocer que la Ley es Ley porque la apoye la mayoría, es mantener el estado actual de cosas, que se funda, precisamente, en la perversión del sentido de la justo y lo injusto, de la ley y del orden.

23 de enero: La Comunión se adhiere al acto de reparación en Aguilar de la Frontera

El pasado martes 19 de enero de 2021, por orden del Ayuntamiento de la localidad, fue derribada la Cruz del Llanito de las Descalzas, sito en la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera.

Desde la Comunión Tradicionalista Carlista mostramos nuestra más firme condena a tal acto de profanación de la religión, y de escarnio para el pueblo creyente. Este acto de «vandalismo institucional» es consecuencia del proceso cada vez más evidente de fractura en la España oficial y la España real. Pues la mayoría social es respetuosa con la dimensión religiosa del ser humano, del mismo modo que hace décadas superó los rencores de nuestra última guerra civil, perdonó, y se reconcilió con los desaprensivos de entonces. Sin embargo, la España oficial, controlada en su mayor parte por ventajistas más interesados en partir y dividir a la sociedad, que en buscar la concordia, va buscando la provocación por la provocación, generando cada vez más situaciones de conflicto artificialmente programado con objeto de obtener supuestos réditos políticos a muy corto plazo.

La alcaldesa de la localidad justifica el derribo en la perversa Ley de Memoria Histórica, que se ha convertido, hoy por hoy, en el instrumento más eficaz de falsificación de nuestro pasado. Y decimos que «justifica» porque la cruz derribada no tenía ningún símbolo político ni ningún nombre. Y es más, aunque hubiera tenido los nombres de los torturados y asesinados por el supuestamente «democrático» Frente Popular en 1936-1939 ¿es que no merecen estas víctimas del holocausto católico y patriótico nuestro recuerdo, nuestra «memoria histórica»?

En cualquier caso, desde luego, este caso, y otros muchos que van sucediendo últimamente de persecución de las Cruces y símbolos religiosos existentes en espacios públicos, muestran la inoperancia de nuestras propias instituciones, pues han sido incapaces de frenar este tipo de iniciativas irreligiosas e incívicas.

Nuestro presidente, Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo afirma «Este nuevo derribo es señal del proceso de degradación moral y cívica que está progresando aceleradamente entre nuestra clase política. Una parte, los autodenominados “progresistas”, se empeñan en perseguir nuestras creencias; y otra parte, los llamados “conservadores” o de “derechas” parecen contentarse siempre con reaccionar después del acto vandálico, como si necesitaran la consumación del mismo para presentarse luego como única solución a tanto despropósito».

Por eso la Comunión Tradicionalista Carlista, en palabras de nuestro Secretario General, Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna, afirma «el Carlismo está llamado hoy a ser el gran galvanizador de la sociedad para poder “hacer política desde fuera de las Instituciones”. Cuando la nefasta II República ordenó la retirada de los crucifijos de los centros escolares, no consiguió llevarlo a cabo en aquellas localidades donde la sociedad era fuerte y el pueblo entero se colocó a las puertas de los centros escolares para impedir el paso de las autoridades encargadas de “requisar” los crucifijos. En la actualidad vivimos momentos parecidos, pues mi experiencia de años como Presidente del Centro Jurídico Tomás Moro, me demuestra que la vía jurídica es ineficaz (por tardía y por la politización del derecho a aplicar) para la defensa de los intereses reales de los Españoles. Solo la acción coordinada y atrevida, y por supuesto, dentro de la legalidad vigente, de un pueblo valiente como es el español, puede parar los pies a la clase política, demasiado acostumbrada a ningunear al pueblo que gobiernan y envalentonados por la falta de respuesta social real a sus provocaciones. En cambio si los españoles salen a la calle de manera firme y decidida, en vez de limitarse a votar cada cuatro años, las cosas cambiarían en poco tiempo.»

Por tales motivos, la Comunión Tradicionalista Carlista se adhiere a la VIGILIA—REZO DEL ROSARIO Y SANTA MISA CONVOCADA POR LAS HERMANAS CARMELITAS e invita a todos los españoles de bien para que el próximo sábado 23 de enero, a las 17:00 horas, acudan a la Calle Moralejo, 41, (Convento de las Carmelitas Descalzas)- Aguilar de la Frontera, Córdoba para realizar un acto de reparación. Se requiere a los carlistas acudan a tal acto con espíritu reparador, sin realizar acto alguno de significación política propia, y cumpliendo estrictamente, con filial obediencia, con lo ordenado por la autoridad religiosa responsable.

Los carlistas ante la LOMLOE – Ley Celaá

El viernes 18 de diciembre la conocida como Ley Celaá ha superado su trámite en el Senado y el próximo miércoles 23, si nada cambia, será aprobada en el Congreso como Ley Orgánica.

Isabel Celaá

Esta ley es un paso más, de los muchos ya dados, en el ataque por parte del estado a la educación de nuestros hijos, en su afán totalitario de controlar absolutamente las mentes de los niños.

La plataforma Más Plurales, que agrupa entre otros a la Escuela Católica y distintas organizaciones y asociaciones ligadas a la escuela concertada es quien ha protagonizado mayoritariamente la oposición a dicha ley y nos convoca a un nuevo intento de paralización de la misma este domingo 20 de diciembre.

Los carlistas reconocemos y señalamos muchos errores cometidos por la escuela concertada, que en tantas ocasiones ha dimitido de su condición de escuela católica para preservar como bien mayor el concierto, que no debiera ser sino una fórmula administrativa.

Sostenemos que ese modelo ha quedado muy dañado por el totalitarismo desplegado por el estado y consideramos que deben buscarse nuevas alternativas para que la educación vuelva a ser tarea de las familias, y que estas puedan delegar parte de esa tarea en las asociaciones, cooperativas, congregaciones religiosas, etc. que estimen conveniente para la mejor formación de sus hijos y no se limiten a aceptar la limosna de poder optar a un colegio nominalmente católico pero con un sistema educativo íntegramente diseñado por el estado.

Consideramos que esta es una ocasión más, quizá la última, de que la Escuela Católica se plante ante el estado y defienda no las cuentas de resultados ni la fórmula administrativa de funcionamiento sino los principios que sus fundadores dictaron para los colegios que hoy administran, basados en la formación católica de nuestros hijos.

Nos hacemos eco de esta convocatoria si bien, por todo lo dicho, la consideramos insuficiente. Aún así, siempre estaremos de parte de las familias en la defensa de la educación de sus hijos, que el estado no debe organizar ni diseñar, sino simplemente colaborar en lo que las familias necesitemos.

Por tanto, animamos a nuestros amigos, simpatizantes, miembros y correligionarios a secundar estas u otras movilizaciones y les invitamos a hacerlo con nuestras banderas tradicionales, de la Cruz de Borgoña y del Sagrado Corazón, no defendiendo supuestos derechos constitucionales ni fórmulas administrativas sino el verdadero y superior derecho y deber de los padres sobre la educación de sus hijos, superior y anterior al estado y a la constitución.

Crónica y vídeo del acto en defensa de la Hispanidad Católica

En la mañana del sábado 27 de junio se ha realizado un sencillo acto de homenaje a la obra de la Monarquía Hispana y de defensa de la Hispanidad Católica frente a los ataques realizados en las últimas semanas con la excusa de unas protestas supuestamente antirracistas.

Acto en defensa de la Monarquía Católica Hispánica en Sevilla

En el mismo se ha señalado que, frente al discurso progre imperante y con la colaboración de las propias autoridades se ha establecido un discurso para ensuciar la memoria de la obra de la Monarquía Hispánica, no porque sea española sino porque fue un proyecto civilizador empeñado en situar como eje central la Soberanía Social de Nuestro Señor Jesucristo que llevó la Civilización y la Redención por todo el Orbe. Por eso, los enemigos de Nuestro Señor siempre tendrán como objetivo y como enemigo a quienes reivindicamos ese legado.

También se ha recordado que organizaciones como Antifa o Black Lives Matter, protagonistas en los últimos disturbios, no son otra cosa que títeres de la oligarquía mundialista que mueve los hilos.

Acto en defensa de la Monarquía Católica Hispánica en Sevilla

Les dejamos a continuación el vídeo de la intervención de Gonzalo García en nombre del Círculo Carlista Virgen de los Reyes y la Comunión Tradicionalista Carlista, convocantes del acto.

Manifiesto: Por la recuperación de España

La Liga Tradicionalista ha hecho público un manifiesto coon motivo de la actual crisis del Covid-19 al que nos invita a suscribir y adherirnos. Podemos hacerlo en ESTE ENLACE.


Españoles, es notorio que el Gobierno, y más aún, el propio sistema político en el que estamos inmersos, bajo el color de la democracia y el progreso, nos quiere imponer un yugo cada vez más pesado después de haberse apoderado de nuestra libertad civil.

El sistema partitocrático que sufrimos desde hace decenios nos despojó de nuestra identidad con engaños y promesas incumplidas; y nosotros, los españoles de bien, fuimos cediendo, ya de grado ya a la fuerza, y no supimos romper el silencio que desde el poder se impuso a la mayoría social. Pensábamos, quizá, que el juego político nos depararía algún día un gobierno que pusiera fin a un estado de cosas que no compartíamos. Sin embargo, el tiempo nos ha demostrado que el error no ha sido confiar en la llegada de posibles buenos gobiernos, sino que el mal procede del propio sistema partitocrático, que para poder sobrevivir necesita de la creación de divisiones artificiales y de la alimentación de grupos sociales y mediáticos que le garanticen un número suficiente de votos.

Por eso, ahora, son cada vez más los que desengañados descubren que se nos traicionó vilmente cuando se nos dijo que en la Constitución todos cabían, siendo la realidad que en la Constitución no cabemos los patriotas, ni los católicos, ni los padres de familia…, ni siquiera los hombres simplemente honrados. En fin, no cabemos los españoles de bien.

Así el independentismo, disgregador de la unidad nacional, ha ido avanzando paso a paso, silenciado por el poder político, hasta el borde de la consecución de su objetivo final: la ruptura de España; los católicos hemos tenido que soportar ya no solo la befa y el insulto a nuestra fe, sino que en muchos casos los ataques fueran realizados en obras supuestamente artísticas pagadas con nuestros impuestos, y, peor aún, hemos tenido que soportar, con grave afrenta para la integridad de nuestra Fe, la promoción pública y la tolerancia de falsas religiones como el Islam; a los padres de familia se les ha despojado de su obligación y de su derecho a formar a sus hijos, y han debido soportar, con gran dolor de su alma, la transformación de los centros escolares (aún los privados y concertados) de escuelas de virtud y de verdad, en meros comisariados políticos de difusión de ideologías criminales; y finalmente, los hombres honrados se han visto expulsados tanto de la vida política como de la gran vida social y económica, pues para pertenecer a las mismas debían transigir con la corrupción política y moral y con el pensamiento único impuestos desde las terminales del poder.

La actual situación que vivimos a consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19 ha llevado todos estos extremos maliciosos a su paroxismo. Se ha confinado a toda la población en clara vulneración del estatus jurídico que permite la declaración de un estado de alarma; se ha paralizado la vida económica sin un motivo claro; se ha iniciado la vía de la intervención económica con la apropiación, por la administración, de determinados productos (mascarillas, guantes, equipos de protección, etc.) y determinadas materias primas (alcohol, glicerina, etc.), resultando de tal apropiación el desabastecimiento de elementos necesarios para el combate de la pandemia; y finalmente hasta se han fijado precios máximos completamente imprudentes a determinados productos, lo que ha servido de rémora a su producción.

Pero la realidad de los males morales y materiales a los que se enfrenta España es mucho más profunda. Se puede adivinar en mismos principios ideológicos de los partidos del Gobierno, así como en los anuncios que -a modo de globo sonda- van anticipando, y que no están encontrando una crítica firme en los partidos de la oposición.

Las principales amenazas son las siguientes:

– La supresión de la libertad de los católicos con la persecución de sus celebraciones religiosas. El ahogo económico de la Iglesia por la vía fiscal o bien con la amenaza de una nueva desamortización con la disculpa de las inmatriculaciones registrales.

– La asfixia de las entidades de enseñanza no gubernamentales con la imposición de condiciones inasumibles por los centros (distancia de separación entre alumnos, medidas de control sanitario, etc.). La aspiración no disimulada de sustraer a los católicos sus centros quitándoles la libertad educativa. El robo a los padres, en definitiva, de su libertad de educación y patria potestad.

La aceleración de la ingeniería social para oprimir a la mayoría en nombre de un supuesto respeto a las minorías. El mantenimiento de unas políticas antinatalistas, pro ideología de género y de inmigración interesadamente dirigida.

– La extensión de un salario básico universal que provocará desarreglos en la economía mientras crea una masa leal al gobierno. El aumento del endeudamiento de las cuentas públicas en una suicida huida hacia adelante.

– El progresivo desmembramiento de España según el capricho de los partidos separatistas.

– La ejecución de una venganza definitiva por la derrota de la Revolución en 1939; por el descubrimiento y evangelización de un Nuevo Mundo; por la consecución de la Unidad Católica; y por la expulsión del Islam, obligando a todos los ciudadanos, editoriales o asociaciones a sostener la “verdad histórica institucional” de las fuerzas revolucionarias castigando severamente a quien discrepe del relato oficial.

La limitación de la iniciativa privada, con la clara intención de monopolizar desde el Estado diversos sectores económicos no necesariamente estratégicos.

– El relajamiento de la defensa de la propiedad privada con la aprobación de medidas confiscatorias de segundas residencias u otros inmuebles.

– La supresión o reducción grave del derecho de reunión, limitando el número de personas que puedan reunirse.

El control de los medios de comunicación a través de ayudas económicas a los medios afines; con la introducción directa de la censura; o incluso a través de la introducción de nuevos tipos penales y sanciones gravemente injustos por desproporcionados.

La progresiva retirada del dinero fiduciario y metálico sustituyéndolo por transacciones electrónicas que faciliten un control absoluto de la economía.

La geolocalización de todos los ciudadanos por medio de nuestros móviles y aparatos electrónicos con conexión.

Ante todos estos ataques solo queda una posición para salvaguardar nuestra dignidad y nuestras libertades civiles: comportarnos como españoles, recuperando las virtudes de nuestro pueblo, y armados de valor y abandonando el miedo, proceder, todos a una, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo con osadía a la lucha social y política, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son.

Desde la Liga Tradicionalista convocamos a todos los españoles de bien a recuperar el orden perdido, volviendo a establecer la debida jerarquía de principios que nunca debimos abandonar:

1º Devolver la vida social a Cristo, alcanzando, a través de su Soberanía social, los beneficios espirituales y materiales que de la misma nacen. Y es que no es posible que el pueblo español, en el que aún queda la fortaleza de la fe de nuestros mayores, y que aún sigue siendo tierra de María, haya primado, en esta crisis sanitaria, los medios humanos a los medios sobrenaturales. Dios permite estos castigos cuando los pecados sociales son numerosos y no reciben reparación. Por ello, esforcémonos en reparar tales ofensas por medio de la petición humilde pero firme a nuestros Pastores para el pronto y pleno restablecimiento de los sacramentos; por medio de la consagración de nuestra patria y nuestra familia a los Sagrados Corazones de Jesús y de María; y por medio, finalmente, de fundamentar las asociaciones laborales, profesionales y cívicas en Cristo.

2º Trabajar con insistencia y sin decaimiento en reconquistar la hegemonía social en todos los ámbitos persuadiendo a la sociedad de que efectivamente el poder político debe ser vigilado y controlado para no acabar en la tiranía y el despotismo actual, pues en vez de servir a la sociedad, se sirve de la sociedad para imponer a la misma su concreta y artificial visión partidista e ideológica del hombre. Para ello debemos ser esforzados en:

Recordar que el fin del ser humano es su salvación, y que la vida social, económica y política debe servir a este fin principal facilitando un orden justo.

Recordar que la Política, con mayúsculas, no se puede ejercer en la lucha partidista, sino que superando toda división se debe realizar favoreciendo el desarrollo de una auténtica comunidad humana en la que las obligaciones vengan antes que los derechos.

– Recordar, a tiempo y a destiempo, que hay otros sistemas de representación política más verdaderos que la representación a través de los partidos políticos. Algo que nuestros ancestros resumieron en el antiguo juramento de los reyes de Aragón: «Nos que somos tanto como vos, pero juntos más que vos, os hacemos principal entre los iguales, con tal que guardéis nuestros fueros y libertades, y si no, no.» 

– Y, finalmente, recordando que el verdadero control del poder no se realiza por medio de la división (inexistente en todos lados) entre poder ejecutivo, judicial y legislativo; sino que el verdadero control del poder se realiza distinguiendo la soberanía social de la soberanía política, de modo tal que la política nunca podrá regir lo que es competencia de los organismos sociales naturales (la familia, el municipio, las agrupaciones profesionales y laborales, etc.). No es posible que el poder político nos dé consignas de cómo debemos educar a nuestros hijos, cómo debemos regir nuestros municipios, como debemos producir nuestros industriales, cómo debemos ejercer nuestras profesiones, o cuáles sean los salarios o las condiciones laborales justas.

3º Concitar la unión de todos los españoles que aún se han mantenido inmunes al «pensamiento único» para, deponiendo todo personalismo, y relegando toda diferencia en lo accidental, presentar un frente único por medio de la colaboración sincera de todos los elementos aislados, todas las asociaciones, y todas las agrupaciones que tienen a Cristo por primer fundamento.

4º Trabajar constantemente «como si todo dependiera de nosotros, sabiendo que en realidad todo depende de Dios» y cumpliendo con nuestro deber por el deber mismo, sin realizar cálculos humanos sobre la efectividad o la eficiencia de nuestra acción. Y es que nuestra acción debe fundarse en lo debido de la misma, y no en su posible éxito a corto o medio plazo, pues este tipo de cálculos humanos nos llevó siempre a la elección del mal menor, que al final, por la vía del retroceso constante y la cesión como guía, nos ha traído a la actual situación de desamparo: incluso aunque una causa estuviera perdida, si es justa, no existe motivo para dejar de defenderla. Este principio nos llevó a conseguir lo que otros consideraban imposible: expulsar al Islam de España (nadie lo expulsó nunca de los territorios que ocupó); vencer al francés, cuando su maquinaria de guerra parecía imbatible; y derrotar al comunismo en 1939, que había trazado sus planes de dominio sobre España.

Como acción primera, para demostrar a los que nos tiranizan de que seguimos siendo españoles, y que como antaño somos valerosos y amamos nuestra libertad, os convocamos a todos, mientras dure el presente estado de alarma, y aún después, a salir públicamente a las calles de nuestras villas, pueblos y ciudades a rezar el Santo Rosario, y a solicitar a nuestros Santos y Patronos la intermediación para alcanzar el término de esta epidemia y para alcanzar la dicha de una España que vuelva a ser ella misma.

Como acción segunda, debemos colaborar todos en derribar al actual gobierno, pues ya pocos españoles pueden ocultar su auténtico perfil totalitario de orientación comunista.

Y como acción tercera, esforcemos en concitar la unión de fuerzas al margen de los partidos políticos. Unión ésta que debe fomentar las iniciativas culturales para mostrar a las generaciones más jóvenes el rostro auténtico de España, que un atajo de traidores se ha empeñado en ocultar; las iniciativas sociales para constituir de nuevo agrupaciones laborales, profesionales, cívicas y caritativas que tengan por centro a Cristo y alcancen la fuerza suficiente para reclamar al poder político la devolución de las obligaciones y derechos que en justicia les pertenecen; las iniciativas económicas que deben reindustrializar España y que vuelvan a mirar con respeto y veneración el trabajo agrícola y ganadero para que no volvamos a depender del extranjero, pues la crisis actual nos ha demostrado al grado de servidumbre y postración (hasta no tener siquiera lo necesario para combatir a un virus) al que lleva la dependencia económica de otros; y finalmente, a fomentar la unión fraterna, en una misma comunidad política, de todas las tierras que fueron un día parte de la Monarquía Hispánica, pues es ésta nuestra vocación histórica. Y renunciar a ella, sustituyéndola por una alianza con la Europa laicista, es renunciar a nuestra propia identidad.

Por nuestro Rey Eterno, por nuestra libertad, por nuestra tierra, por nuestras tradiciones. ESPAÑA, SÉ TÚ MISMA.

En Madrid, a 26 de abril de 2020, festividad de San Isidoro de Sevilla, autor del De laude Spaniae y el primero, entre muchos, en ser español.


Podemos firmar y suscribir el manifiesto en ESTE ENLACE.

Nota de Prensa de la CTC por la resolución del Tribunal Supremo en relación a la exhumación del General Franco

La resolución del Tribunal Supremo, en relación a la exhumación del General Franco y la imposibilidad de inhumación en la Almudena aumenta la fractura social

Cada vez es más evidente para los españoles que la democracia de partidos y la supuesta separación de poderes es una farsa

Con el anuncio del contenido de la Sentencia en relación a la exhumación y posterior inhumación del General Franco, el Tribunal Supremo ahonda la brecha que los separa cada vez más de la mayoría social. Y ello, además, propiciando que el Gobierno socialista siga aprobando leyes particulares que no buscan el bien común, sino solo la agitación social en beneficio propio.

 

Comunión Tradicionalista Carlista.- 24 de septiembre de 2019. El Carlismo no necesita inventarse una falsa memoria «histórica» para demostrar su antifranquismo, pues la historia lo confirma. La Comunión Tradicionalista Carlista estuvo el 18 de julio de 1936 con el alzamiento popular que inició la Cruzada de Liberación, pero no estuvo nunca a favor de un gobierno militar autoritario como el que rigió España hasta el 20 de noviembre de 1975. Como prueba basta la condena de Fal Conde (Jefe Delegado de la Comunión) al exilio en Portugal por oponerse a la Unificación, y el posterior confinamiento en Ferrerías.

Sin embargo, esta realidad no impide al Carlismo manifestarse contrario a la exhumación y posterior inhumación en lugar diferente a la Catedral de la Almudena de los restos del General Francisco Franco.

Y es que la obsesión del Gobierno socialista pretendiendo el traslado de sus restos no tiene más objeto que reabrir heridas ya cerradas desde las décadas de los años 50 y 60, muy principalmente desde el Decreto-ley 10/1969, de 31 de marzo, por el que el bando vencedor de la Cruzada manifestó su voluntad de perdonar los asesinatos perpetrados antes y durante la misma por las fuerzas adictas al Frente Popular.

Además, el traslado de sus restos es un acto de cobardía impropio de españoles, pues ni siquiera la crueldad de los prepotentes liberales del siglo XIX, vencedores de tres guerras civiles, mostró tanta insania, y al menos en apariencia supieron mantener la caballerosidad propia de los españoles, que nunca hasta ahora consideran como enemigo a un muerto.

Sorprende, además los falsos argumentos del Gobierno, sosteniendo que ninguna nación europea mantiene mausoleos a dictadores. En primer lugar por cuanto no es verdad, como prueba la existencia, en Francia, de un Mausoleo nacional a un despiadado y asesino dictador como fue Napoleón Bonaparte. En segundo lugar, por cuanto la Basílica del Valle de los Caídos no es un mausoleo, sino un templo. En el que además, el General Franco no pensó ser enterrado, decisión que se debido a Juan Carlos de Borbón y al Gobierno de entonces. En tercer lugar, por cuanto en España, y en Madrid mismo, se mantienen monumentos (estos sí, laudatorios) a traidores españoles y genocidas como el dictador Simón Bolívar, o a golpistas antidemocráticos confesos como el socialista Francisco Largo Caballero.

Con todo, lo más grave es la tremenda irresponsabilidad del Tribunal Supremo, que se ha plegado de forma unánime a las pretensiones del Gobierno. Esta actuación, unida a la subordinación de la Sala I del Tribunal Supremo a los intereses del Gobierno y de la Banca especulativa en relación a las cláusulas abusivas de los contratos hipotecarios, hace tambalearse a todo el sistema político español, pues se demuestra que los Tribunales responden a intereses políticos.

En el presente caso, ya es bastante que el Tribunal Supremo de por buena una «ley particular», como para agravar la situación impidiendo a la familia del General inhumar sus restos donde mejor entiendan. Al parecer, se alegan motivos de seguridad, cuando en cualquier nación medianamente civilizada no puede impedirse el ejercicio de un derecho alegando motivos de seguridad, pues la labor de cualquier Gobierno es, precisamente, garantizar la seguridad de los ciudadanos para que puedan ejercer sus derechos.

Dar por buena esta argumentación es tanto como si alegando motivos de seguridad ciudadana en Barcelona, por el aumento de los atracos, se prohibiera a los ciudadanos deambular libremente por las calles. O como si se prohibiera a las jóvenes españolas, debido al aumento de agresiones sexuales generadas por la falta de moralidad pública, a que salieran de sus casas a partir de las 12 de la noche.

Desde la Comunión Tradicionalista Carlista queremos manifestar que el Gobierno y las fuerzas autodenominadas “progresistas” no engañan a nadie. A Franco se le persigue no por ejercer un gobierno autoritario (es más, la izquierda siempre fue amiga de los gobiernos dictatoriales… si son de izquierdas), sino por ser un Jefe de Estado Católico. Lo mismo que se persigue nuestra memoria histórica vinculada a la Reconquista de España, por ser obra católica. Como se criminaliza nuestra labor de civilización en América y demás territorios de la Monarquía Hispánica por ser obra católica.

Por ello, la Comunión Tradicionalista Carlista manifiesta su repulsa al comportamiento cobarde del Gobierno; a la actitud lacayuna del Tribunal Supremo; y a la tibieza de la mal llamada “oposición”.

Secretaría General de la Comunión Tradicionalista Carlista
www.carlistas.es

Vídeo: Conferencia «La Hispanidad, antídoto contra la ideología de género»

El pasado lunes 17 de diciembre, como anunciamos en estas páginas, nuestro Círculo Carlista Virgen de los Reyes de Sevilla organizó una charla sobre ideología de género. Les ofrecemos a continuación la brillante intervención de Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna, Secretario General de la Comunión Tradicionalista Carlista, abogado especializado en derecho de familia, custodia compartida y violencia de género.

Conferencia en Sevilla: La Hispanidad, antídoto contra la ideología de género

El próximo lunes 17 de diciembre el Círculo Carlista Virgen de los Reyes organiza una charla enmarcada en la campaña que sobre este asunto capital está llevando a cabo la Comunión Tradicionalista Carlista.

El título de la misma será «La Hispanidad: antídoto contra la ideología de género» y en ella intervendrán D. Juan Caruncho Fontela y D. Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna.

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Nota de prensa de la CTC sobre ideología de género

Los carlistas iniciamos una campaña de propaganda alertando de los riesgos de la ideología de género

“La ideología de género es una bomba cultural de destrucción masiva” y hay que denunciar sus efectos perversos.

La ideología de género es el último proceso revolucionario contra el ser humano, en este caso de naturaleza antropológica. Lo que pretende es abandonar la visión natural e incluso científica del hombre y sustituirla por una visión puramente política que crea nuevos y atormentados esclavos.

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