Se ha celebrado en Sevilla el tradicional acto de Quintillo, y como no podía ser de otro modo, esta celebración tan Carlista se inicia siempre con la Santa Misa y con un hermoso sermón en el que se nos invita a seguir manteniendo vivo el ascua que un día, cuando Dios quiera, prenderá la antorcha que iluminará a nuestro alrededor para que todos puedan ver.
A continuación compartimos las palabras que D. José María Pérez Beltrán quiso brindarnos. Estas, precedidas por el canto del ¡Alto, quién vive! fueron pronunciadas con gran entusiasmo y luego procedimos a almorzar y a departir concluyendo con cantos patrios y muy nuestros.
Si nos preguntan alto ¿quién vive? responderemos en alta voz ¡Los voluntarios del rey Don Carlos! ¡Vivan sus fueros y religión!
Si nos preguntan alto ¿quién vive? responderemos en alta voz ¡Los voluntarios del rey Don Carlos! ¡Vivan sus fueros y religión!
Nobles Carlistas del alma mía, miedo a las balas no hay que tener.
Miedo a las balas no hay que tener, defendiendo la bandera de Dios, la Patria y el rey.
Estos somos nosotros ¡¡los voluntarios del Rey don Carlos!!
Tenemos que sentir al Carlismo como algo único dentro de España. No tenemos que olvidar nunca nuestros orígenes, nuestra increíble historia y muchos menos olvidemos a nuestros héroes y mártires. No pueden vernos a nosotros, carlistas, como simples personajes de la Historia, somos una fuente de inspiración, un modelo de conducta, un modelo de católicos y españoles. Cuando cantamos en nuestro Himno “Lucharemos todos juntos, todos juntos en unión”, no es una expresión vulgar o una simple frase vacía ¡¡NO!! Es una forma de amar y entender la vida entregada a La Causa.
Quien pierde los orígenes, pierde el futuro, por eso nosotros, carlistas, somos más necesarios que nunca, teniendo la responsabilidad moral de instruir y abrir los ojos a aquellos que por cualquier motivo viven en la ignorancia. Una cosa es llevar la boina como una pose y otra es sentir lo que representa. Nuestro afán tiene que ser regenerador, ilustrativo, para quien desconoce su significado y lo que conlleva. Tenemos que hacer Carlismo real, no uno desnaturalizado. Difícil tarea tenemos por delante, pero no imposible, porque como hemos cantado somos ¡¡Los voluntarios del Rey don Carlos!! Seguimos siendo los mismos, amantes de sus principios, de sus banderas.
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