Así se titulaba la conferencia que tuvimos en nuestro Círculo el pasado viernes 12 de junio y que estuvo a cargo de Antonio Urzáiz. En la convocatoria, nos pidió que viniéramos ya llorados de casa y durante su charla nos dio una serie de pautas a seguir a todos aquellos que nos consideramos carlistas y buenos cristianos para influir en aquellos ámbitos que nos fueran cercanos con nuestro ejemplo y dar testimonio allí a donde fuéremos.
Que el hacer por hacer, el activismo sin rumbo, no nos va a llevar a ningún puerto y es necesaria la contemplación junto con la acción, el archiconocido “ora et labora” en versión seglar: “Formación y acción”. Señaló, salpicando su charla de ejemplos, espacios en los que tiene cabida nuestro ideario, que al fin y al cabo no es de partido sino de pueblo vivo y, ya que defendemos el principio de subsidiariedad y la importancia de los cuerpos intermedios es en estos en los que tenemos que centrar nuestros esfuerzos. No para manipularlos y «conquistarlos» como hacen otros, sino porque es nuestra vocación de servicio al bien común. En las parroquias, en las asociaciones de padres, en los círculos vecinales, en los grupos de compañeros de trabajo o en los colegios profesionales.
Pidió para terminar que para el próximo curso viniéramos todos cargado de ideas y prestos al combate que se nos presenta en esta sociedad que está en crisis, crisis que nos da la oportunidad de renovarnos y de buscar medios pues estos tiempos tan difíciles pueden facilitarnos que la sociedad nos escuche con más facilidad.
La concurrencia fue numerosa y después de la charla se terminó con un animado coloquio. Seguidamente pasamos a compartir en las dependencias de nuestro círculo unas tapitas tan típicas de nuestra tierra.
Con esta se da por concluida el ciclo de conferencias que hemos tenido a lo largo de este curso.