El éxito de "Podemos"

Pido, de entrada, perdón por la foto ilustrativa de este artículo. Primero por lo vomitivo del montaje. Y segundo por la degradación que ha debido sufrir el futbolista al ver la cara del “Coletas” celebrando uno de sus goles. Paradójico: el “Coletas” disfrazado de Ronaldo. El “rojo” disfrazado de “cristiano”…

Pero el objeto de este artículo no son los símiles político-futbolísticos. El objeto de este artículo es analizar el desorbitado e inusitado auge que ha alcanzado este perroflauta reconvertido en profesor de universidad y los secuaces que le van a la zaga. ¿Qué ha hecho que “Podemos” se haya convertido en la segunda fuerza política de España desbancando al PSOE y a punto de alcanzar al PP?

Independientemente de la radicalidad de su planteamiento político, fundamentado en el comunismo más visceral y condimentado con gaitas revolucionarias bolivarianas, a estos lobos con piel de cordero que recuerdan la panacea del ya manido lema de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” que derivó en sanguinarias revueltas y cortes de cabeza en la guillotina, (como no podía ser de otra forma…), y a este redivivo Robespierre coletudo, hay que reconocerles que han sabido hacer las cosas. Otro asunto será la deriva de los acontecimientos y el resultado final de su aventura pero, por el momento, la amenaza del desastre se cierne sobre nuestra Patria con especial virulencia y esto es debido a varios factores:

De una parte el desencanto del pueblo ante una clase política, (la “casta”, como ellos dicen), que se ha aposentado en el poder perdiendo el contacto con ese pueblo que, sucesivamente y tapándose la nariz, ha ido ejerciendo su derecho al voto: unos, (las izquierdas), votando al PSOE con tal de que no saliera elegida la derecha y otros, (las derechas), votando a un mal menor que no por ser menor, deja de ser intrínsecamente el mal. Conscientes de ello, los políticos se han aprovechado de este “borreguismo” del electorado para parafrasear el antiguo lema de “Todo por el pueblo, pero sin el pueblo”, convirtiéndolo en el más acertado “Todo para nosotros, pero con el pueblo”. La gente se ha dado cuenta y, tras años de “modélico esplendor democrático”, ha decidido romper la baraja que es como decir que le importa tres pepinos la política.

La siguiente maniobra de este sujeto ha sido saber aprovechar ese desencanto y esa pérdida de confianza del pueblo en la clase política para participar en la organización de una serie de manifestaciones, pacíficas en sus formas pero tumultuarias en su fondo, despertando fantasmas del pasado, (como ya hiciera Zapatero con su manida Ley de Memoria Histórica) y desenterrando argumentos que ya parecían muertos para retrotraernos a tiempos pasados de la República. Si tenemos en cuenta que ya no vive la generación que participó de la República, que la actual Monarquía española es una caricatura de lo que es una verdadera Monarquía y que todo lo novedoso es atrayente, nos encontramos con que la masa que sigue a Podemos va aumentando día a día. Es decir, ha conseguido crear una inquietud nueva en el pueblo sin que el pueblo sepa que esa inquietud es pura historia vencida y defenestrada.

El tercer factor determinante de Podemos es que su líder no tiene vergüenza. Entiéndase como se quiera, pero a lo que me refiero es que ha hecho de su falta de complejos y de su verbo fácil y directo la base fundamental de sus argumentos. Al más vivo ejemplo de los discursos destemplados de Alfonso Guerra en la Transición que fueron determinantes en el éxito electoral del PSOE felipista, los discursos del “Coleta” son viscerales, son “ganchos a la mandíbula” de un sistema político corrupto que se desmorona por momentos. Son bombas a la línea de flotación de una clase política que, boquiabierta por la contundencia de los ataques, sólo encuentra la solución de indagar sobre los antecedentes tributarios de estos perroflautas para ver si los pueden arrastrar a la ciénaga hedionda en la que ellos mismos están hundidos hasta las cejas. Discursos fatuos, sin argumentos razonables, con razonamientos estrambóticos y sin soluciones coherentes a los problemas de España; pero discursos llenos de odio hacia un poder establecido que no ha sabido ejercer debidamente sus obligaciones. Eso el pueblo lo sabe e, independientemente de que esté de acuerdo con estos abanderados morados, les da su apoyo por haberse situado frente a los que han llevado a España a la pobreza. Pobre pueblo que no sabe que, si Podemos sale elegido, habrá salido de Guate-mala para meterse en Guate-peor…

Y el último factor que ha hecho que Podemos haya llegado a ser bastante más que un movimiento Okupa es la repercusión mediática que el Coletas ha tenido en diversos medios de comunicación. Desde la Sexta hasta Cuatro pasando por Intereconomía. Es increíble que en aras de no sé qué libertad de expresión y de prensa, se le haya dado pábulo reiteradamente a este ser andrajoso y prepotente para que haga en los medios de comunicación que llegan a 40 millones de españoles, (quizás ya menos… el aborto ha hecho estragos), lo que ha hecho en los estrados de la Universidad Complutense haciendo uso de su derecho a la libertad de cátedra.

Incompetentes los políticos, incompetentes los medios de comunicación y bruta la masa que vota “democráticamente”, hay que reconocer que este tío lo ha hecho bien en provecho de su formación política. Pero no olvidemos que las consecuencias pueden ser nefastas, y digo NEFASTAS, para el futuro de España si esta gente llega al poder. No nos olvidemos que, hace ya casi ochenta años, otro majareta de turno llegó DEMOCRÁTICAMENTE al poder en Alemania y las consecuencias para su país y para la propia Europa todavía la siguen sufriendo y recordando millones de personas a las puertas de Auschwitz, Dachau ó Mauthausen.
En su contra, de momento lo único que se puede argumentar es que son tan golfos como los golfos que nos gobiernan. Veremos a ver qué golfo se lleva el tirón esta vez y cómo lo sufre España aunque ya se sabe… “Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”. De nosotros depende.

Manuel Nieto de Nevares.

4 comentarios en “El éxito de "Podemos"

  1. Hay partes de la entrada con las que estoy de acuerdo y otras con las que menos. Pero sobre todo no me gusta nada el toque final que aunque sé que no es intencionado parece muy en la línea del «que vienen los rojos» enarbolado por los peperos desde que se supo el resultado de las europeas, llamando como siempre al voto útil, que mejor llamaríamos el voto cómplice y cobarde.
    Siendo Podemos un engendro nada apetecible para mí, no me es más antipático ni lo creo más peligroso que los altos estadistas que llevan 40 años detentando el poder. ¿Es Pablo Iglesias malo? Sí. Pero no creo que más que Suárez, González, Aznar, Zapatero ni Rajoy,
    En ese sentido, me remito a lo que publiqué a principios de año en mi blog: http://blogs.andalunet.com/gonzalo/2015/01/02/¡que-viene-el-lobo/ o a lo que dijo en el mismo sentido (y mucho mejor que yo, claro) Juan Manuel de Prada: http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/juan-manuel-de-prada/20141130/agitar-miedo-7873.html

  2. Que el lobo viene es innegable. Y que el lobo es rojo, también. También es innegable que todo es susceptible de empeorar. Un lobo puede convertirse en león en cualquier momento. Un cáncer puede convertirse en metástasis si no se coge a tiempo.
    No estoy de acuerdo con De Prada. Todo lo que se ha legislado «democráticamente» por estos partidos de basura, puede ser incrementado en su putrefacción. Y esta gente es putrefacta.
    El Coleta es más malo que todos los políticos que hemos tenido hasta ahora, sin restar ni un ápice a la proporción de maldad que les corresponde a cada uno de ellos. ¿Quién era más malo, Trostky ó Stalin?. ¿Julio Anguita ó Carrillo?. El grado de maldad en la política lo marca la visceralidad de los argumentos y el odio a la tradición heredada. Siendo todos malos, los hay malos y los hay todavía peores. Y Podemos es de lo peor no ya por lo que ataca, (son tan antisistemas como nosotros…), sino por lo que defiende (entre otras cosas nuestro propio ideario y nuestras creencias), independientemente del puesto que «okupen» dentro del marco político.
    Entiendo que lo que el articulista ha querido decir no es «Vamos a votar al PP, que viene esta gente», sino más bien: «Si ellos lo están consiguiendo sin tener arraigo histórico en nuestra política, ¿Por qué nosotros no conseguimos nada con todo el bagaje histórico, cultural y doctrinal que tenemos?».
    Creo que esa, más bien, es la consecuencia de meditación que puede saarse del artículo. Lo demás es quedarse en las ramas sin llegar a la raiz.
    Personalmente, y mientras que nosotros no nos despertemos, no pienso votar ni a Podemos ni al PP. ¡Faltaría más!….

  3. Podemos ha llegado a lo que ha llegado porque ha dicho y denunciado, algo que muchos españoles piensan y es al sistema político que padecemos y en eso podemos estar completamente de acuerdo. Y muchos españoles se han podido enterar de todo lo que denuncia porque, lo han financiado desde fuera y desde dentro y, porque le han dado tribuna en todos los medios de comunicación. Si esa financiación y esas tribunas las hubieramos tenido nosotros, ahora estaríamos en la situación en la que se ve Podemos. Lo malo son las soluciones que propone Podemos son nefastas, en realidad, ni ellos mismos saben lo que quieren, sólo saben lo que no quieren y en eso es en lo que nos diferenciamos de ellos. Nosotros sabemos lo que no queremos, entre ello a Podemos, pero también sabemos lo que queremos, lo sabemos desde hace más de 180 años y el día que «podamos» hacernos oir por los españoles, será el día en el que España empiece a renacer.
    Los españoles, lo están deseando pero, no nos conocen.

  4. En efecto, malos son todos, porque todos son liberales, aunque dentro de la maldad caben muchos grados y modalidades. Lobos son todos, y al decir «¡que viene el lobo», en este caso es de verdad, no como en el cuento. Ahora bien, en el caso de Podemos es algo muy obvio, se ve venir. Son unos descarados que no ocultan lo que son. En cuanto al PP, es también peligrosísimo, pero con el agravante de que la mayoría de la gente no ve el peligro, porque son más hiPPócritas y disimulados, las matan (o nos matan) callando, y cuando uno se da cuenta ya es tarde. Dejan que los partidos de izmierda hagan grandes barrabasadas y luego no mueven un dedo para corregirlas, las perpetúan- Así, la gente se va acostumbrado y cada vez vamos a peor. Hasta que llega un momento en que la gente se harta y de pronto aparece un nuevo partido, un partido diferente, con otro estilo y otras propuestas, y los que ya están hartos de PP y PSOE se pasan en masa a la nueva formación política, acelerando la debacle.

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