Los reaccionarios y la silla eléctrica.

No, no se vaya a pensar quien esto leyere que va a leer en estas líneas un panegírico de la pena de muerte, ni un ditirambo de la silla eléctrica como elemento de tortura o como instrumento para la ejecución de la pena máxima.

De lo que quiero hablar es de los reaccionarios. Se trata más bien de un encomio de los reaccionarios, porque reaccionario viene de reaccionar, el que no reacciona ante algún estímulo externo, no es reaccionario porque, no reacciona. Y cuando un ser vivo es pinchado, quemado o zaherido, lo lógico es que reaccione y, si no lo hace lo normal es pensar que se encuentra bastante enfermo o que está muerto.

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