Nuevo ataque anticatólico

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Esto, que seguramente nuestros lectores ya conocerán, es lo que algunos "angelitos" de los denominados "antisistema"  hicieron en Granada al paso de la procesión de la Virgen del Rosario. Cabe resaltar como nota curiosa el grito de "menos crucifijo y más trabajo fijo" como si la Cruz tuviese algo que ver con el paro en España, cuando es precisamente ese otro enemigo del Crucifijo, el presidente ZP, el que nos tiene metidos hasta el cuello en la presente crisis. ZP, el que en sus años de gobierno se ha dedicado sin descanso a promover el anticatolicismo, promoción de la que empiezan a verse los frutos.  A destacar también los gritos de respuesta de los fieles católicos: "Viva Cristo Rey", "Viva la Madre de Dios"…  

Este es un hecho más -¿cuántos van ya?- que viene a sumarse a todo un rosario de provocaciones a los católicos. No hay nada casual en que estos enemigos del jabón estén comportándose como se comportan. Existe un claro interés en que estos ataques se sucedan cada vez con más frecuencia. Y cuando se responda como las provocaciones merecen, llegarán los llantos y las lamentaciones.

 

Sigfrido Lombardo

10 comentarios en “Nuevo ataque anticatólico

  1. Es hora de que este tipo de actos no queden impunes. La Policía podría haber tetenido a los alborotadores, y la «justicia», por llamarla de alguna forma, podría haberlos procesado por un delito que está tipificado en el Código Penal. Artículos 524 y 525, por ejemplo, que dicen:
    Artículo 524.
    «El que en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses».
    Artículo 525.
    1. «Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican».
    Y eso, por no tener en cuenta el 524.4, que dice:
    «Los que impidieren el legítimo ejercicio de las libertades de reunión o manifestación, o perturbaren gravemente el desarrollo de una reunión o manifestación lícita serán castigados con la pena de prisión de dos a tres años si los hechos se realizaran con violencia, y con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses si se cometieren mediante vías de hecho o cualquier otro procedimiento ilegítimo».
    Lo que ocurre es que aquí atacar a la Iglesia y a los católicos sale COMPLETAMENTE GRATIS, y que la aplicación del Código Penal, cuando de defender las creencias de los católicos se trata, se la pasan la Justicia y las Fuerzas de Seguridad del Estado por el forro de los huevos (y perdón por la dureza de la expresión, que nace de la rabia y la impotencia).
    Pues muy bien, ¿no quieren que las leyes se apliquen para defender nuestros derechos e intereses? Vale, pues entonces ante la indefensión, NOS DEFENDEMOS NOSOTROS. Y si en la próxima ocasión salen cuatro o cuarenta perroflautas de estos con la cabeza abierta, que después no digan nada.
    ¡Qué vergüenza, Dios mío!

  2. El problema que tenemos con toda esta gentuza es que el propio sistema democrático los ampara. Con alegar que son «perturbados» ya está. Se presenta en el Juzgado ese atenuante y no pasa absolutamente nada. Si no se tienen antecedentes penales no vas a la cárcel. Si te ponen una multa, la paga la «plataforma» que está detrás tuya y santas pascuas. Como los manicomios están cerrados, te quedas en la calle. No sé donde quedaría «mi» Derecho Romano, pero el actual ordenamiento jurídico español está concebido para amparar al delincuente y fomentar el delito. Y, en caso de que las pruebas sean irrefutables, redimes la pena por buen comportamiento y a los dos días estás en la calle; o si no, llega el Tribunal Constitucional y «se mea» en lo poco coherente que hacen los tribunales ordinarios y el Tribunal Supremo. Que no nos quede duda ninguna: Esto está más que orquestado y más que dirigido por otras entidades superiores. Llamémosle como queramos: Gobierno, Sistema, Masonería, Globalización, Europeísmo ó como puñetas se llame el asunto. Me dá igual, pero que están jugando con fuego es algo que está fuera de toda duda. ¿Qué pasa, que quieren ganar la guerra que perdieron hace 70 años?. Que sigan así y prueben a conseguirlo. Quizás ahora la ganen, pero se encontrarán otra vez con nosotros. El problema es que como nosotros no empecemos a prepararnos DE VERDAD, nos van a comer por sopas. Que estaremos solos es algo a lo que ya me he resignado, pero tenemos que empezar a movernos ya. Este es un mensaje dirigido a todos los carlistas, desde la Junta Superior al último de los recien llegados y a todos los españoles a los que todavía les quede algo de españolidad. Cuidado, que esta gente ya no va de broma y esto es más serio de lo que parece.

  3. Por supuesto, a la mosquita no se acercan porque saben que les caerían encima con todo el rigor de la ley, y aún más. Pero nosotros no vamos a quedarnos cruzados de brazos. Uno puede poner la propia mejilla, pero no se pueden poner mejillas ajenas, y menos aún las de Dios o su Madre. Malos hijos seríamos si no los defendiéramos de esos energúmenos.

  4. Con todos los respetos, amigos. No creo que debamos caer en la tentación de volver a argumentar que si se tratase de una mezquita, de una sinagoga ó de un salón del reino de los testigos de Jehová… Ese es el argumento típico del votante del PP: quejarse, compararse con otras religiones, lamentarse mucho, decir que a dónde vamos a llegar y confiar en una justicia inexistente que ponga las cosas en su sitio. No nos engañemos, hombre. Esa justicia no existe, ni creo que exista en mucho tiempo. Todo lo que no sea prepararse de verdad para el combate diario es quedarse en la paciencia de Job y en los llantos de Jeremías. No hablo de guerra. Hablo de revueltas sociales, de disturbios callejeros y de defensa ACTIVA Y REAL de cuanto defendemos. Estamos criados y acostumbrados a vivir en una democracia que no es real. El Estado usa todas sus armas para dominarnos a su antojo y nosotros nos dejamos. ¿Despertaremos alguna vez ó nos seguiremos quedando en el cuento de galgos y podencos de lo que habrían hecho ó dejado de hacer con las mezquitas?

  5. Hombre Trajano yo lo había enfocado por otro lado. Precisamente porque con las mezquitas no se atreven, yo creo que debemos actuar para que con nosotros no se atrevan, o al menos, para que se lo piensen dos veces y no seamos el blanco más fácil.

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