Vaya por delante que, ni quien suscribe, ni los mantenedores de este blog, ni la organización política que está detrás de él, compartimos los medios violentos gratuitos como medida para alcanzar los fines que defendemos. Quiero decir con ello que, desde estas líneas condenamos enérgicamente todos aquellos actos violentos que se perpetren contra la clase política, sea ésta del color que sea y sean aquellos de la índole que sean.
Dicho y aclarado firmemente lo anterior, estos días nos despertamos con la agresión física sufrida por un Consejero autonómico murciano. Hace unos días también nos desayunábamos con el acribillamiento a balazos de una congresista norteamericana. El Presidente de la región murciana denunció, igualmente, hace casi un mes haber sufrido insultos y vejaciones verbales hacia su persona y hacia la de su propia hija. El pasado año, un integrante del llamado “Foro de Ermua” sufrió también insultos, abucheos y una patada en los testículos. En octubre de 2.006, dirigentes populares sufrieron también zarandeos por parte de nacionalistas catalanes. En febrero de 2.008, otra candidata política por la provincia de Barcelona tuvo que salir escoltada de la Facultad de Derecho de la Universidad Pompeu Fabra por improperios de jóvenes independentistas. El mismo mes y año, dos destacadas integrantes del PP y de UPyD fueron gravemente increpadas durante una conferencia en la Facultad de Económicas de la Universidad de Santiago de Compostela, siendo herido un guardaespaldas de una de ellas. En mayo de 2.007, en la campaña autonómica y municipal vasca, fueron igualmente agredidas por parte de ocho jóvenes radicales en la plaza del Sagrado Corazón de Bilbao dos candidatas al consistorio de Sondica, en Vizcaya, teniendo que ser ingresadas en el Hospital de Basurto. Hace unos años, el hoy Presidente del Congreso denunció zarandeos, insultos y empujones durante el transcurso de una manifestación contra el terrorismo. En marzo del pasado año 2.010, otra destacada líder de un partido minoritario sufrió ataques con botes de pintura durante la celebración de una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona. No hace mucho, el anterior Presidente de EE.UU. sufrió el lanzamiento de un zapato por parte de un periodista musulmán al grito de “perro” y al Presidente de la república italiana le destrozaron los dientes al impactarle en la cara una réplica en miniatura de la Catedral de Milán. Sin ir más lejos, nuestro “iluminado” Presidente de Gobierno actual es abucheado de una forma ya tradicional durante el anual desfile de las Fuerzas Armadas el día de la Hispanidad.
Me ha llamado la atención el anterior artículo del Sr. Duque de Monte Gordo sobre el carácter prohibicionista del Gobierno que padecemos por dos motivos fundamentales: primero porque esta calcomanía de Gobierno que padecemos no ha hecho sino poner en práctica el furibundo intervencionismo que pregona la más genuina doctrina marxista, y segundo porque es sintomático que los integrantes de este mal llamado “Gobierno de España” son gente resabiada ó ignorante según se mire. Los de mayor edad son casi todos “cachorros liberados” descendientes de personas vinculadas a la Dictadura. Los menores en edad son víctimas de la Logse implantada por su propio partido. Agiten Vds. todo ello en una coctelera y obtendrán el cúmulo de despropósitos que ha votado democráticamente la inculta mayoría del pueblo español.
La tradición no es una cosa cristalizada y petrificada, como continuamente se afirma. Su nombre mismo lo indica; expresa la transmisión de cosas que van de una generación a otra; es, por consiguiente, el vehículo del progreso social. El progreso moriría al nacer, acabaría con el germen, si la tradición no lo llevara en sus brazos, si no pasase de una generación a otra el caudal de instituciones y principios que forma la trama espiritual que las une y las enlaza; porque las generaciones no están unidas sólo por los vínculos que engendra el suelo y el tiempo, y esa trama espiritual no se puede romper en un pueblo sin que su vida entera se resienta y se quebrante.
En mayo del 68 unos “estudiantes” aburridos y aburguesados rebuznaban por París aquello de “prohibido prohibir”. Aquellos amarihuanados seres no tenían que ganarse el pan recogiendo aceitunas o haciendo mezcla, igual por eso sacaron tan pegadizas consignas.