No hace casi ni una semana que el Santo Padre visitó tierras españolas y desde las más viles cloacas de la “progresía” barata ya han salido voces altisonantes y malintencionadas contra él en su visita a España. Sus claras y evidentes palabras en el avión relativas a que “en España ha nacido también una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como hemos visto precisamente en los años 30”, no han dejado indiferentes a los católicos y, menos aún, a los anticatólicos.
Ya el mismo fin de semana en que recibimos la visita de Su Santidad, el Gobierno de la nación clausuró la Basílica del Valle de los Caídos obligando a los frailes benedictinos del Santuario a decir Misas de campaña al raso en los aledaños del monumento.
Al día siguiente a su marcha, el portavoz republicano de ERC, Joan Ridao, espetó al Gobierno su exigencia de reactivar la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, argumentando que la Iglesia Católica era, a su juicio, “una garrapata de lujo mantenida por el Estado, al que le cuesta cada año 6.000 millones de euros”. Evidentemente, este sujeto (por llamarlo de alguna forma educada), obvió que sólo en educación, la Iglesia le ahorra al Estado la nada desdeñable cantidad de 4.000 millones de euros anuales. Si a esto le añadimos la labor de caridad, (me niego a llamarle “labor social”), en comedores, roperos, albergues, internados, etc… que mantiene la Iglesia Católica en España, nos encontramos con que los 6.000 millones de euros de los que habla Ridao no son más que calderilla comparado con el ahorro que le supone al Estado la labor de la Iglesia Católica. Más aún si tenemos en cuenta que cada euro rinde en la Iglesia 2,73 veces más que en el mercado.
El pasado fin de semana, en la campaña política para las elecciones autonómicas catalanas, el ínclito Rodríguez Zapatero, (ausente la mayor parte del tiempo mientras el Papa estuvo en España), ha soltado la siguiente perla: “¿Qué quiere Rajoy, que hagamos las leyes que quiere el Papa?… la moral se la ha de imponer cada uno libremente…¡Ya está bien, hombre! Nos han tenido décadas y décadas teniendo siempre que aceptar los códigos de conducta de una determinada forma de ver la vida y la religión. Y resulta que no, que la gran mayoría de los ciudadanos quieren ser libres y que nadie les imponga una moral”. Lo dice, lo suelta y se queda “tan pancho” ahora que el Papa está de vuelta en Roma (hasta para eso hace falta ser cobarde) y además hay gente inculta y cerril que hasta le aplaude.
Personalmente, “lo que quiera Rajoy” es algo que no me importa lo más mínimo. Al fin y al cabo, es de la misma cuerda liberal que el “ilustre” orador socialista que en su día se autodefinió como feminista, rojo y utópico (le faltó lo de masón). Ahora bien, lo que sí hay que tener clarísimo es qué corresponde a Dios y qué corresponde al César. Y dentro de nuestras obligaciones para con el César, qué normas pueden seguirse y qué normas atentan contra el Magisterio de la Iglesia que, como católicos, estamos obligados a seguir por encima de cualquier directriz, mandato ó norma legal que se establezcan desde los Parlamentos y desde los Gobiernos.
Este es el primero de una colección de artículos donde iremos desgranando el ramillete de leyes impuestas por “el César ZP” que atentan contra la moral católica y cristiana y contra las que objetaremos argumentando nuestras razones. Daremos al César lo que le corresponda, siempre y cuando le demos a Dios lo que es de Dios.
Manuel Nieto de Nevares
Es que parce que este Papa no se ha enterado que estamos en la época del sano laicismo, que para algo tendrá que servir el Concilio Vaticano 2º. O a lo mejor quiere convocar otro concilio
Diablillo cojuelo, espero que recuerdes que aquí se te dió caña ya!! En la cuestión de sana laicidad te remito al blog http://exorbe.blogspot.com/2010/11/danino-dagnino.html que explica la cuestión de la sana laicidad. Yo, por mi parte creo en una sana confesionalidad del Estado… la renuncia al relativismo y el compromiso integro con las personas desde nuestra historia pasada hacia el futuro. Además, es también una cuestión de fé y filosófica… como dijo S. Agustín, hay dos tipos de ciudades, la de los hombres que quieren a Dios hasta el desprecio de sí mismos (teocéntricos) y otra donde los hombres se aman a sí mismo hasta el desprecio de Dios (antropocéntricos). Solo Dios es la salvación, solo Cristo nuestro Rey y solo la libertad nos ayudará a salvarnos, pero no esa inventada por el hombre, sino la concreta, la que se mueve en lo cotidiano, en nuestras circunstancias, la que el carlismo tanto admira para creación de una legislación civil y foral
Un Saludo
Para garrapata de lujo ERC, el PP, el PSOE, el Senado, los sindicatos, la SGAE, el Tribunal Constitucional, los conselleiros, lendakaris, vegueres, cineastas, cantautores, cantamañanas y otros varios beneficiarios del Régimen.
Cuanto más hablan, peor. Se retratan solos. No hace falta insultarlos. Un refrán senegalés (creo) lo dice bien claro: «cuanto más alto sube el mono, más se le ve el culo» (con perdón).
Por cierto, Cojuelo, no se suba usted tanto a la parra, que le pasa lo que al simio. Mire que le tengo prevención a las interpretaciones del Concilio y a las ocurrencias de sus exegetas progresistas (que no a su sana doctrina), pero decir que el Vaticano II es laicista… Léase Dignitatis Humanae, por ejemplo, texto sobre la libertad religiosa que puede dar pie a interpretaciones torticeras, pero nunca al acoso de esta patulea cristofóbica y sus palmeros mediáticos.
Que Santa Lucía le conserve la vista y San Martín de Porres le ilumine.
Me he leído lo del blog ese de Ex orbe, y… francamente es mas reacionario y carca que Torquemada.
Mira que meterse con Dagnino. Si es lo más meapilas y beaturrón que hay. Es demócratacristiano, y todavía sigue sin gustarle.
Seguro que el autor de ese blog es un carlista de los vuestros.
¿No tuviste bastante la otra vez, esbirro del demonio?. ¿Sabes de donde viene la palabra «carca»?. Adivínalo: CAR(lista) CA(tólico): CAR-CA. Como verás, decir que los carlistas somos unos «carcas» a mí, personalmente, no me ofende lo más mínimo.
Lo que está claro es que tú, diablillo impenitente, que te quedaste sin argumentos la otra vez, eres de los que «Están contra mí», pero todavía no tienes la formación suficiente como para ocupar un puesto destacado en tu infierno. Seguro que estarás tan lejos de la caldera que incluso pasas hasta frío… Sigue formándote porque, de momento, lo único que nos haces es cosquillas.
A lo mejor tienes razón y paso más frío que tú que tanto presumes de católico, pudiera ser que el que esté mas cerca de la caldera seas tú. Como otros tantos puritanos. Eso sí muy cultos
Te doy toda la razón. La diferencia entre tu y yo es que yo, como católico, reconozco que soy el mayor de los pecadores. Tú, sin embargo, al no tener conciencia del pecado, te regodeas en él y te crees que el libertinaje es la panacea de la vida rindiendo culto al ángel caido. Yo ruego a Dios que me perdone y tú incitas al pecado. Es posible que, al final de nuestras vidas, Dios nos mire de distinta forma a tí y a mí. A tí quizas, ni te mire. A mí, no lo sé. ¿Te has apuntado ya a las clases particulares?.
Il n’y a pas de quoi, Daniel. Nous sommes là parce que la societé à besoin de beaucoup de choses. Si tu as appris des choses interessantes grace a nous, nous sommes très joyeux de t’aider. Joyeux Noël et bonne année. Un Carliste espagnol.