Modas liberales (V)

Ya referimos que una de las modas liberales por excelencia es tomar la Historia como la oferta que más conviene de un supermercado y que por eso son dignos padres de los nacionalistas. Pues bien, en esta triquiñuela manipuladora y delicuescente, siempre estuvo de moda entre ellos el apropiarse de personajes históricos que, por otra parte, en absoluto se corresponden con sus mundos ficticios. El mismísimo Unamuno se remontaba hacia esas cosas con, por ejemplo, los Comuneros.

Se me viene a la mente una contradicción flagrante, y es que los liberales siempre han acusado de bandidos a los contrarrevolucionarios: Ocurrió en Francia, ocurrió en España, ocurrió en Nápoles y también en la Cristiada Mexicana. Sin embargo, ya hace muchos años, intentaron “liberalizar” el bandidaje mediante la figura de Curro Jiménez en la televisión. Lo real de aquella serie sólo era el nombre del bandolero, el resto, pura invención partidista con actores medianamente apañados.

En estas modas de apropiación/usurpación también evoco a Jovellanos, quien a mi juicio fue acertadamente definido por Nocedal como un “monárquico a la inglesa”. Sí es cierto que Jovellanos nos puede parecer “moderno” sobre todo en cuanto a sus trabajos económicos, pero no es menos cierto que en la invasión bonapartista y en las Cortes va a defender con uñas y dientes la integridad de la tradición política española; mientras que los liberales no le hicieron ningún caso; pues era un renovador medianamente tradicional que defendía la muy noble y muy leal lucha española contra la invasión/revolución; empero, los liberales querían hacer su revolución aprovechándose de la invasión. Partidismo, sectarismo, lo de siempre. Despreciando a Jovellanos cuando estuvo vivo, al cabo de los años se lo quieren apropiar cual tiránica Desamortización.

Y a vueltas con el bandolerismo, otra figura de la que se quieren apropiar es del famoso “Tempranillo”, quien acabó sus días intentando convencer a sus antiguos camaradas para cambiar sus vidas al servicio del rey. Jon Juaristi lo ha llegado a calificar de “absolutista”. En cambio, no es extraño que nos presenten al “Tempranillo” una especie de prócer liberal.

Y es que el liberalismo, al tener una raíz doctrinal tan nefasta y carecer de acervo popular, ha de caer necesariamente en constantes contradicciones y desafueros. Como una estructura revolucionaria más coherente, reiteramos que el marxismo irá aprendiendo bastante bien del tema.

 

Marquês de Almedina

16 comentarios en “Modas liberales (V)

  1. A mi no me extraña nada que los liberales encumbren a Curro Jiménez y al Tempranillo como ideales del bandolerismo andaluz, anti latifundista y salvadores de los pobres a modo de «Robin Hood». Es exáctamente lo mismo que hacen hoy los hijos del liberalismo pero con una diferencia: Los bandoleros, dicen que robaban a los ricos para dárselo a los pobres. Los políticos liberales de hoy roban a los ricos, a los pobres, a las viudas, a los huérfanos y al «susum corda» para quedárselo todo ellos. Antes eran huidos de la Justicia y ahora son los que la imparten. Antes se echaban al monte y ahora ocupan escaños. Antes iban a caballo y ahora en coches oficiales. Antes azuzaban a los migueletes contra el robo y ahora los llevan de escolta. Esto es el Mundo al reves, pero es lo que nos ha traido tanta «democracia», tanto liberalismo y tanta gaita…

  2. Los actores de Curro Jimenez no eran «medianamente apañados», eran grandes actores, mucho mejores que los que actuan hoy en television, y la serie es mítica

  3. El acta de bautismo del liberalismo español consistió en robar el pan de los pobres que administraba la Iglesia (Desamortización) para dárselo a los ricos, que encima no pagaron lo que aquellas tierras costaban, sino que las mercaron a vil precio. La oligarquía latifundista que oprimió y explotó a los jornaleros españoles es hija primogénita del liberalismo y de su democrática «dinastía». No otra cosa hizo el Parlamento inglés del XVIII con las «enclosures» y las leyes de pobres. En Francia, la venta de bienes nacionales fue parte del combustible que produjo el fuego sagrado de la Vandea. El liberalismo es pecado, porque robar lo es.
    Y eso por no hablar de los bienes comunales de los ayuntamientos, liquidados por Madoz, de cómo se concedieron las líneas de ferrocarril, desde el tren de la fresa hasta el AVE, etc, etc. Es un hijo bastardo del liberalismo, Marx, el que al hablar de Luis Felipe (el ejemplo que siguen los «borbones» liberales) define con nitidez qué es el estado liberal: «La monarquía de julio no era más que una sociedad por acciones para la explotación de la riqueza nacional de Francia, cuyos dividendos se repartían entre los ministros, las cámaras, 240.000 electores y su séquito. Luis Felipe era el director de esta sociedad». Cámbiese Luis Felipe por Cristina, Isabel, Alfonso, etc y tendremos descrito el régimen español. La vida del marqués de Salamanca es tremendamente reveladora acerca de .os tejemanejes de nuestro «glorioso» liberalismo doceañista.
    Usurpación, traición (Riego), robo, bastardía… Estos son los méritos de nuestro liberalismo decimonónico que ahora se van a celebrar con derroche inmenso de dinero público, para festejar una constitución que sólo apoyaron unos cuantos señoritos gaditanos que se representaban a sí mismos. Nocedal, que tiene profundos estudios jovellanistas, no hablaba de oídas acerca del ilustre gijonés. En cuanto al bandolerismo, «latrofacciosos» nos llamaban, cree el ladrón…

  4. Y es que ni por esas aciertan Trajano. Ahora mismo no tengo documentación en cuanto a la figura histórica de Curro Jiménez, pero del Tempranillo sí que se sabe. A lo mejor Juaristi exagera con eso de «absolutista», ma si non é vero é ben´trovato….
    Muchas veces han calificado al pueblo de bandidos cuando el pueblo, tantísimas veces se ha posicionado contra la Revolución. Y cuando quieren lanzar una idea romántica pretenden apropiarse de gente que estuvo en el bandolerismo y que nunca fue con ellos.
    Toni: La serie es eso, serie. Nada que ver con la realidad. Que conste que a mí me encantaba, pero lo que denuncio es la «apropiación indebida» del liberalismo de un fenómeno concreto que cuando le conviene lo usa como insultante.

  5. La verdad es que no me ha quedado claro al leer el artículo del Sr. Marqués. No sé si los bandoleros eran liberales o carlistas, ni entiendo porque los reivindican ni unos ni otros. Para mí que los bandoleros son sólo eso, bandoleros. Ya es que se van a politizar hasta los huevos fritos.

  6. El bandolerismo moderno es producto de la acción del capitalismo sobre las comunidades campesinas a las que deshace y desarraiga. El liberalismo desamortizador en España y las Dos Sicilias fue una fábrica de bandoleros. Las partidas carlistas en La Mancha y Extremadura fueron consideradas por Madrid como agrupaciones de bandoleros. El propio Cura Santa Cruz realizó acciones de ese tipo. ¿Cómo diferenciar guerrillero de bandolero? Supongo que es imposible, el bandolerismo forma parte de lo que Hobsbawm llamaba «rebeldes primitivos». Para los liberales, vandeanos, carlistas, lazaretistas,chuanes, etc. eran bandoleros porque atacaban el impuesto, la venta de bienes nacionales y los intereses de la burguesía y del Estado. Y, desde su punto de vista, algo de verdad había en ello. Desde el nuestro, se trataba de confiscaciones a esa máquina de robo y opresión que ha sido siempre el estado liberal burgués y a sus sayones y beneficiarios.
    Puede haber bandoleros sin ideología, así como bandoleros carlistas y milenaristas (como los lazaretistas italianos) o anarquistas, pero rara vez los encontraremos liberales, salvo como mercenarios a sueldo de los terratenientes. Un bandolero liberal es como un polaco comunista, haberlos haylos, pero son como una vaca con una silla de montar.

  7. Hombre, pues ahora que lo dice Espartero, la tortilla de papas forma parte de la dieta carlistona. No obstante, veo que vd. no quiere atender explicaciones, como la que he dado en comentarios. Se lo repito de nuevo: Son los liberales precisamente los que han querido «politizar» muchos acontecimientos de la Historia a su antojo. En el caso concreto del bandidaje, en principio fue una acusación dirigida a los contrarrevolucionarios. Luego, han intentando formar la idea de «bandoleros al servicio de la causa liberal» por la tele. Con otros acontecimientos y figuras históricas, desde los Comuneros a Gaspar de Jovellanos, han hecho lo mismo. Y eso es lo que denuncio objetivamente.
    ¿Ahora sí?

  8. Los bandoleros eran producto de una reacción contra el liberalismo, como ya le han explicado, señor caballo de Espartero. Está bien claro. Bandoleros que fueran carlistas los hubo, como hubo carlistas cuyas partidas eran tachadas de «bandoleros» por los liberales.

  9. Que hubo carlistas bandoleros o bandoleros carlistas, de acuerdo, pero el bandolerismo es bastante anterior al liberalismo y no se le puede echar la culpa a éste de su existencia. Ya Cervantes en el Quijote nos habla de bandoleros, que parece es algo endémico en nuestra piel de toro desde los bagaudas. Pero claro, la culpa a los liberales. Todos los pájaros comen trigo pero la culpa a los liberales.

  10. Claro que siempre hubo bandoleros. Pero en unas épocas más que en otras. Y no es casualidad que el siglo XIX fuera el del apogeo de este tipo tan hispánico. Igual que en el siglo XVIII el Reino Unido en plena reforma liberal encabezada por otros reyes ilegítimos conociera a Dick Turpin o a Rob Roy. El liberalismo fue y es muy revolucionario, su especialidad es destruir cualquier sociedad arraigada, estable y humilde. Por eso aniquiló la sucesión legítima e impuso dinastías extranjeras y espurias, ya que así derrumbaba el más firme valladar del Antiguo Régimen. Quien roba el trono gracias a la revolución, no se puede oponer al robo del pueblo por los parlamentos, los bancos y los abogados.
    El bandolerismo es la respuesta desorganizada a esa opresión. Cuando se organiza, se crean los ejércitos de la legitimidad.

  11. Espartero y su caballo, ¿pero qué no entiende? El objeto de este artículo ha sido explicado 2 veces en Comentarios. De nuevo y resumiendo:
    1)-Contra la manipulación de la Historia en general. Ejemplos: Los Comuneros, Gaspar de Jovellanos.
    2)-El fenómeno del bandolerismo, cuando conviene como insultante contra el tradicionalismo, cuando no, a hacerlo un paradigma del romanticismo liberal. Usar figuras como el Tempranillo, Curro Jiménez, y lo que se le antoje para una cosa u otra. El caso del Tempranillo se conoce que en absoluto se corresponde con los deseos del manipulador liberalismo.
    ¿De verdad sigue sin entender? ¿No quiere salir de la LOGSE?

  12. No, si está claro, el que no se entera es porque no quiere. Se puede explicar más alto,pero no más claro.Se ve que por aquí hay a quién le cuesta trabajito no entender las cosas que no convienen.

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