El cuento chino del progreso impulsado por la Junta; las mandangas de la segunda, tercera o cuarta modernización; los estómagos agradecidos y las voces calladas a golpe de subvención; el PSOE-A; José Antonio “a dedo” Griñán; Chaves “el huido en medio de la legislatura”; los sindicalistas hartos de jamón de bellota… todas las mentiras del Régimen socialista andaluz vuelven a quedar en evidencia.
Porque la Andalucía que nos ofrecen los socialistas de coche oficial y amigos empresarios ricos es otra vez la campeona del paro de España. Porque los datos de septiembre del Ministerio de Trabajo muestran que cuatro de cada diez nuevos parados de toda España se han creado en nuestra región. Esa región que a pesar de todo nos siguen queriendo presentar como modélica, y que sólo sirve para huir de ella. Y de los que tienen trabajo, casi el 90% de los andaluces empleados lo están con contratos temporales.
¿Pero a quién le importa que nos coman las moscas, que no tengamos ni para tabaco, si lo importante aquí es tratar de ganar una guerra que los rojos perdieron hace setenta años? ¿A quién le importa que se esté convirtiendo esto en un erial, si se puede seguir dando por saco con las campañas de “sensibilización” ante la “discriminación sexual” y todo ese cuento? ¿A quién le importa que de aquí a unos años estemos todos sin un mendrugo de pan duro que echarnos a la boca, cuando cualquiera puede operarse para “cambiarse el sexo” (travestirse) gratis en los hospitales públicos? ¿Qué más da que seamos famélica legión, si los mismo cuatro sinvergüenzas pueden seguir repartiéndose el dinero público entre ellos y sus amiguetes?
En efecto, Andalucía al día de hoy es imparable. Y en caída libre. Empujada al vacío por la mafia que nos gobierna desde hace lustros. Y algo así, en efecto no hay quien lo pare.
Gómez el fiero.
Se trata precisamente de eso: de crear una chusma que viva del panem et circenses, con empleos precarios, educación deficiente y la mayor degradación moral imaginable. Un pueblo de hombres libres, con uso de razón, mayores de edad, medianamente educados y moralmente dignos, no aguantaría esto ni un minuto más. Ellos, como los jacobinos y los bolcheviques, sus antepasados, nutren sus filas de lo más degradado de la canalla. Sin ella, desaparecerían. Cuanto más telecinco, mejor para ellos.
100% de acuerdo Karraiskintxo. El rostro de la canalla esta, que se harta de darse auto bombo diciendo lo bien que va todo, se ve sin máscaras cada vez que se echa un vistazo a la realidad económica o social de Andalucía. Es gentuza, se mire por donde se mire.
Estimados amigos.
Me he permitido anadir vuestro enlace en mi blog.
Siempre adelante – cueste lo que cueste – hasta la victoria!
Estoy completamente de acuerdo con el artículo, y es que allí donde gobierna el PSOE, no hay más que miseria y ruina. Eso es el socialismo.
¿Que haríais vosotros los carlistas si llegaráis al poder?
Ora et labora.
Primero:reforma moral y espiritual. Sin esto, todo lo demás es vano.
Segundo: potenciar los cuerpos intermedios (familia, municipio, región)
Tercero: trabajo productivo, reducción del Estado y aniquilación de la usura
Cuarto: Rey Legítimo.
No hay nada más revolucionario que el Tradicionalismo porque nada se puede conservar de esta sociedad. Hay que empezar casi de cero.
Lo primero que harían sería quitar a este rey, y como no tienen otro de repuesto, pues tendríamos regencia sine die
Después a los estatuos de autonomía los llamarían fueros, y a los delegados del gobierno virreyes. Y tutti contenti.
Se repartirían los cargos como lo hacen ahora los socialistas y quitarían el sufragio universal. Y a más no llegarían, porque más no tienen..
Pero no se te ocurra preguntarle a un carlista, como nos sacarían de esta crisis económica, porque entonces les saldría humos por las orejas. Hasta ahí no llegan.
Eso sí mucha reforma moral, que no sé como se puede hacer eso desde el gobierno. Que yo sepa eso es algo de los curas no de los políticos. En fin ellos sabrán.
Hombre, simplemente con que el gobierno no se dedicara a pervertir menores, y legalizar asesinatos ya se avanzaría bastante en la reforma moral. Por que aunque usted no lo crea, las leyes tiene un gran valor pedagógico.
En cuanto a la crisis económica, no tiene usted mas que pasarse por el foro antiusura.mforo.com y ver como ayuda un buen carlista a pasar la crisis a quien de verdad lo necesita. De una manera practica, no con buenas palabras. Principalmente ayudandoles a que los bancos no les roben descaradamente, y con el beneplácito de gobiernos de un signo y de otro. Evidentemente desde el gobierno seria mucho mas fácil establecer unas leyes que eviten que se le cobre a la gente 30€ de comisiones por tener en su cuenta un descubierto de 2 € durante 3 días.
Venga. Con Dios.
¿Quién ha contestado, Espartero o su caballo?
1- En el caso de que la Divina providencia se apiade de España y los boinas rojas entraran en Madrid, no nos faltarían reyes. Así, a bote pronto, se me ocurren tres candidatos (abstenerse estorilos), aunque el mejor colocado ya nos está saliendo rana. El tercero por orden, no por edad, cumple con todos los requisitos.
2- La crisis económica, con todo, es lo menos importante. Repito: ora et labora y tasas de interés justas.
3-Reducción del Estado, ese monstruo engordado por doscientos años de supuesta ilustración. Cancerbero necesario, pero encadenado. La menor cantidad posible de funcionarios y cargos públicos. Los carlistas, encantados de irnos a casa, a los «paterna rura» (pero con el fusil cargado, la boina calada hasta las cejas y las alpargatas atadas).
4- Unidad católica. Sí o sí. Por las buenas o por las malas. Por supuesto, todas las leyes del Reino serían supervisadas por teólogos tomistas y con la sotana hasta los tobillos. Si Roma quiere, bien. Y si no, también. Hasta Felipe II pasó un tiempo excomulgado.
5- Fueros no son autonomías. Los fueros serán lo que los respectivos regnícolas quieran. Por cierto, don Baldomero: sufragio universal y mandato representativo. Juicio de residencia: ¿Se imagina a ZP y a Solbes teniendo que dar cuenta de su brillante gestión al Rey y al pueblo? Eso sí que es un gobierno respon sable y un «cúmplase la voluntad nacional».
Un abrazo, pero no de Vergara.
Espartero (ó su caballo): No es la primera vez que te contesto y quizás no sea tampoco la última, pero me niego a entrar en ningún tipo de debate contigo hasta que no te culturices y estudies Historia de España. Por como escribes, parece que eres uno de tantos que creen que España nació en 1.812. ¿Sabes lo que es una Democracia Orgánica?. ¿Sabes la diferencia entre los Fueros y las autonomías?. ¿Sabes que la Monarquía no tiene «repuesto»?. O hay Monarquía, (evidentemente legítima), o NO HAY Monarquía (como pasa ahora). ¿Desde cuando ha habido virreyes en la península ibérica, inculto?. ¿Qué cargos nos repartiríamos, si lo que tratamos es de reducir al máximo los cargos?. No nos compares ni por asomo con los socialistas NI CON LOS «PEPEROS», porque eso para nosotros es un insulto. Si tú llegas a saber como salir de la crisis, (cosa que dudo estando encerrado en tu cuadra), díselo a tu amigo Rajoy a ver si tiene narices de sacar a España del pozo. Te aseguro que no lo va a conseguir. Esto va para largo… ¡Ah!, y si la reforma moral no es de los políticos, dime qué es entonces la Logse y la nueva asignatura de «Educación para la ciudadanía». La reforma moral va unida a la reforma educativa. La Religión es otra cosa que complementa a las anteriores, y de esa sí que se ocupan «los curas» como tú dices. En lo único que te doy la razón es en el final de tu exposición: como bien dices, sí, nosotros sabemos. Estudia y a lo mejor algún día tú también sabes.
Vaya, don Espartero, o el caballo, es igual. Vayamos por partes:
1- Rey. La monarquía hereditaria es un sistema sabio, formado a lo largo de los siglos que, entre otras cosas, evita la posibilidad de «regencias sine die». Llegado el momento no habría problema en poner Rey, porque candidatos, como bien le han mencionado, los hay. Nosotros no pretendemos que el Rey sea un «hombre perfecto». La Monarquía tradicional ya se encarga de suplir las carencias regias, con una participación verdadera y efectiva de la sociedad en la marcha del país. Así que, realmente no es complicado que haya Rey. Los habrá más brillantes y menos, más honrados y menos, pero el sistema tradicional garantiza que no todo dependa de la figura regia, porque el pueblo manda, y mucho. Mucho más que en el sistema liberal en el que sólo mandan los bancos y los oligopolios. Un Rey carlista es más árbitro que administrador.
2-Fueros. Las autonomías son justo lo contrario del fuero. Las autonomías son estaditos centralistas, dependientes directamente del poder político de turno y en constante pugna con el Estado central. El fuero es precisamente una concepción inversa. Es un sistema en el que de la experiencia y las necesidades van surgiendo las regulaciones. Así como cada región debe tener sus fueros; cada municipio, los suyos: cada sindicato o profesión, los suyos. Los fueron no manan desde arriba porque no se hacen por una pieza de legislación. El orden político debe de reconocer los fueros como una serie de concreciones jurídicas de los derechos que cada órgano social tiene. Justo lo contrario a lo que supone el sistema autonómico, que «descentraliza» en Madrid para «centralizar» en la capital de cada autonomía. Entre otras cosas, el fuero garantiza que no «se repartan los cargos» como hacen ahora los socialistas, porque los «cargos» se los da a sí mismo cada órgano según sus necesidades. Algo, por cierto mucho más democrático que la falsa democracia actual. El sistema tradicional es un sistema federal, en el que la unión, la federación de las distintas realidades sociales, económicas, políticas (ayuntamientos, comarcas…), de abajo a arriba, configura el propio sistema. Todo lo contrario de ese «poder delegado» que suponen las actuales autonomías.
3- Y en cuanto a la economía, ¿Qué tal empezar por una serie de medidas que son de fácil aplicación, incluso en este pervertido sistema económico liberal? Veamos: fomento e impulso de las sociedades cooperativas; En las no cooperativas, participación directa de los trabajadores en los beneficios de las empresas (con lo cual se fomenta la implicación del trabajador) y participación en el diseño de las políticas y estrategias laborales y comerciales de la empresa, incluso autogestión en algunas áreas empresariales dentro de las propias compañías y cogestión, junto al empresario, en otras; Restricción del poder omnímodo de la banca y fomento de la creación de cajas y «montes de piedad» que ayuden al desarrollo económico de las familias y de las empresas, impulsando la producción y el consumo, prestando el dinero sin interés o a un interés bajísimo, que se aleje completamente de la asfixia a la que está sometida la sociedad por el préstamo usurario de la gran banca nacional e internacional. Freno a la capacidad omímoda de los oligopolios y monopolios sobre los recursos naturales, energéticos, y participación en la gestión de esos recursos de todos los cuerpos orgánicos que son sus destinatarios y beneficiarios… Participación directa y real de las empresas (a través de sus «gremios», es decir de sus organizaciones empresariales reales) en el diseño de las políticas sectoriales que les atañen (pero no sólo las grandes empresas, ni la pantomima de los políticos que lo manejan a su antojo en función de sus propios intereses); finalizar con los sindicatos políticos, al servicio de los intereses económicos de partidos políticos, y fomento del sindicato profesional, por sectores, que realmente luche por los derechos de los trabajadores de ese sector en lugar de actuar como correas de transmisión de la clase política; Regulación real contra los monopolios, contra la absorción de empresas indiscriminada y contra el «tiburoneo» empresarial actual, con sistemas en los que se regule la competencia entre las propias empresas por parte de los propios gremios empresariales, que eviten la tiranía del grande sobre el pequeño. Creación autogestionada de órganos que regularan la corrupción y las malas prácticas empresariales, con capacidad sancionadora autónoma y vigilancia del poder judicial sobre la correcta aplicación de las normas. Regulación real y efectiva contra la corrupción y el favoritismo económico por parte de las personas con poder político. Auditorías de los bienes de los políticos antes y después de sus mandatos, y la máxima autorregulación posible de los sectores empresariales para avitar las injerencias del poder político. Primado del trabajo sobre el capital. Todas estas medidas, en las que se implica a todos los afectados en el mundo laboral y empresarial, reactivarían la economía y fomentarían la contratación y la ocupación, haciéndolo en condiciones dignas y justas para todos. Y esto de la justicia, es algo elemental en un sistema cristiano en el que se protege al débil frente a la tentación de opresión del fuerte. Por lo que lo de la «reforma moral» es esencial.
Trajano, yo me pido el cargo de «chupador del bote sin dar ni golpe» (o sea, el cargo de Griñán mismo). ¿Tú cúal te pides en el reparto? Jajajaja. Lo que hay que leer. Abrazos.
Yo no soy carlista fino, pero también quiero una mamandurria. A ser posible en el extranjero, que se cobra más. Todo el mundo sabe que la manera más segura de hacerse millonario es marcharse a la facción.
Saludos.
Trajano, en la corona de Aragón sí había virreyes y estaban en la peninsula Ibérica. A lo mejor no soy tan inculto.
Unidad católlica sí o sí!. Por las buenas o por las malas. Ay, que se os ve el plumero. Y el que no sea católico a la hoguera ¿verdad? ¡Viva la Inquisición!
Sr Cojuelo, don Diablo:
No se nos ve el plumero, en todo caso la boina o la borla. El plumero es isabelino. A usted, con perdón, se le ven los cuernos.
España existe porque hubo unidad en la fe y gracias a ella sobrevivimos a todo tipo de amenazas desde el 718 hasta bien entrado el siglo XIX. La gesta de 1808 es inimaginable sin la Iglesia y el ímpetu que dio a la resistencia del pueblo. Hasta los señoritingos de Cádiz reconocieron en su Pepa la necesidad de preservar ese bien, única argamasa de las Españas junto a sus reyes. Desde 1834 se ha pulverizado conscientemente ese cemento para defender una entelequia administrativa llamada estado español con una serie de constituciones efímeras que, a lo que parece, no acabarán con el agotado y desprestigiado código de 1978. Sin Dios ni Rey, ¿qué hay de común entre los pueblos de España? En eso, y sólo en eso, hay que darle la razón al orate de Abando (Sabino Arana), que pretendió equivocadamente sustituir la Tradición real por otra inventada.
Por eso la unidad en la fe es tan irrenunciable para nosotros como la democracia inorgánica, la oligarquía mundialista, el aborto, el divorcio, el libertinaje, la eutanasia o la defensa de la usura lo son para los demócratas. Y esa unidad no se consigue sólo con buenas palabras. El Reino se ha de comprometer en su defensa sin componendas de ninguna clase. El Rey lo es por la Gracia de Dios y su legitimidad de ejercicio depende de la defensa irrenunciable del sagrado depósito de la Fe. Nuestra cultura de verdad, la de todos los días, la que ha dado sus señas de identidad a nuestro arte, a nuestras fiestas y a nuestras manifestaciones espirituales más nimias, es católica a machamartillo y, como escribió Menéndez Pelayo, todo lo que se sale de ahí es estéril. Hasta el anticlericalismo cerril de tanto demócrata es un subproducto averiado de la fe . Y eso no pasa sólo en España, Bélgica, Irlanda, Polonia o Croacia son naciones porque son católicas.
En cuanto al Santo Oficio. No creo que haga falta, con restringir las acciones de unos cuantos canales de TV bastará. La gente es menos vil de lo que la intelligentsia socialdemócrata nos hace creer, en todos nosotros hay una chispa divina.
Rezaré por usted, señor cojuelo, a San Miguel Arcángel, a ver si le alumbra esa scintilla Dei..
Espartero y el équido: ¿Eso es lo único que tenéis que decir a los últimos mensajes? ¿No sé qué de unos virreyes? A ese paso no vas a conseguir cargo en el nuevo estado carlista ¿eh? Que aunque fuéramos corruptos no seríamos tan imbéciles como los liberales de poner inútiles en los «puestos a dedo».
Karraiskintxo (vaya nombre complicao para pronunciar por estos lares sureños): vas por el buen camino. Todo el mundo sabe que la condición esencial para ser «carlista fino» es aspirar a cobrar mucho dinero sin dar ni golpe y si es posible aprovechándose del vecino. Ya sabes que somos carlistas por la esperanza de pillar un carguito remunerado lo antes posible. Si en vez de preocuparnos por «tocar pelo» pensásemos sólo en ideas de justicia, libertad y decencia, nos afiliaríamos sin dudarlo al PSOE o al PP (juas, juas).
Don Diablo Cojuelo: Por no querer unidad católica, se ve Ud. como se ve, ardiendo en el infierno y pasándolas canutas sabiendo que al final el que vence es Cristo. Yo me lo haría mirar. Además, si sirve para que diablos, diablillos y diabletes no anden tratando de maleducar a nuestros hijos, ¡viva y mil veces viva!
Sr. Caballo de Espartero: Si tenemos en cuenta que España, como tal, nació con la reunificación de reinos que hicieron los Reyes Católicos, llegamos al punto de que verdaderamente eres inculto porque; te vuelvo a repetir, en la ESPAÑA peninsular nunca hubo virreyes. Te estás remontando a los pueblos y reinos que hubo en la península antes de que existiera España. Decir que en los pueblos y reinos peninsulares hubo virreyes puede ser tan obvio ó tan absurdo como decir que en Atapuerca hubo hombres prehistóricos con cachiporra. Lo que es evidente es que en España no ha habido nunca hombres prehistóricos con cachiporra. ¿Entiendes la diferencia entre España y el territorio peninsular, amado equino?.
España nació Católica, Monárquica y Foral, y todo lo que sea adulterar la base sobre la que nació España es adulterar el propio concepto de España. Y de eso es de lo que se están ocupando los sucesivos gobiernos liberales que tenemos en nuestra Nación desde 1.812. La pena es que la gran mayoría de «cuadras» de España están asumiendo estas tendencias y tragándosela con la cebada que comen.
Tradicionalista: Yo, con tener una parcelita en la Sierra y vivir de lo que me dé el campo me «avío». Y si tengo un amigo que «chupe del bote sin dar ni golpe», mejor. Y si tengo otro amigo que viva de la mamandurria en el extranjero y me invite por temporadas, mejor que mejor.
Don Diablo: A tí no te vamos a llamar ni para que enciendas la pira de la hoguera porque cuando llegue el momento, San Miguel ya habrá dado buena cuenta de tí.
Y tú, caballo, no dejes de estudiar, hombre…
Buscador, perdona, pero me he olvidado de tí: Creo que con los comentarios que han formulado Tradicionalista, Karraiskintxo, Margarita y quien suscribe, puedes tener una leve idea de lo que empezaríamos a hacer los carlistas si se restaurase la forma de gobernar tradicional en España. Un pequeño matíz: Nuestro objetivo NO ES LLEGAR AL PODER, sino restaurar la forma de gobierno tradicional española. Los carlistas no existiríamos si esa forma de gobernar no hubiese sido usurpada. Y en el momento de esa restauración, nos iríamos cada uno de nosotros a nuestras casas. Reitero: no somos un partido político que busque medrar cargos, puestos y billetes a la usanza de los partidos políticos liberales. Sólo queremos que España sea España y no el gazpacho que nos ha llevado a ser toda la gentuza que ha gobernado desde 1.812 hasta nuestros días. (Incluidos los «40 años de paz»).
Como no tenía que salir el tema de la Inquisición….Señores liberales, que desde el genocidio de la Vendée, ¿encima van a hablar? Menos leyenda negra y más historia. Con el tema de la Unidad Católica, más de lo mismo. Ya vemos lo que respetan las minorías (Los católicos realmente hoy lo somos) las Unidades Ateas….Desde la Bastilla al Gulag o Guantánamo….Para que encima pretendan dar lecciones y falsear el pasado, y falsera también la esencia que defendemos. Demagogias aquí….Ay….
No se crean innovadores, no están descubriendo nada. Ni tan siquiera son «modernos». No hacen más que compilar viejos errores y son incapaces de reconocer sus fracasos.
Por otra parte, muy mal tienen que estar ustedes para venir acá a no sé qué. Digo yo que tan triunfante como está su falsa religión, ¿no deberían estar más a gustito que Ortega Cano en «Yerbabuena»? Algo falla….¿No se dan cuenta?
*Fe de erratas:
Con La Bastilla me quise referir al hecho de la toma de La Bastilla, aunque mejor hubiera dicho Cayena, posterior paradigma de la tolerancia berreada en el asalto a la cárcel de lujo poco poblada. También podríamos poner otros ejemplos como Dresde, Hiroshima y Nagasaki, y Dachau, pues al fin y al cabo, ¿de quién es hijo el nacionalsocialismo? Hasta las cifras más engordadas de la Inquisición son «generosamente flacas», aun con leyenda negra ahistórica, en comparación con la obra candente del liberalismo y su aprendiz marxista, hijos de la misma….madre al fin y al cabo.
Y es que desde las Guerras Realistas se dan programas políticos renovadores adecuados al tiempo, es cuestión de documentarse. Vean por ejemplo documentos, qué se yo, de la época de Jaime III hasta Fal-Conde, y sepan de nuestros postulados esenciales, cuya bandera aún está alzada, sin ser nostálgicos-melancólicos (Repito: Como si ustedes estuvieran descubriendo la pólvora. Incluso el liberalismo decía basarse en el pasado. Claro que….). Con todo, lógicamente, creemos que sin tradición no hay progreso y que nada puede haber sin Dios, frente a vuestro «rupturismo».
Asimismo, quise decir «falsear» y no «falsera».
¡Como son los liberales y su progenie!
¿Quién se acuerda de Mina en Castellfullit, de la madre de Cabrera, de la guerra sin cuartel en nombre de los derechos del hombre?
Por no hablar del gigantesco robo de las Desamortizaciones.
Todo para luego correr como conejos delante de Osaba Tomás o de Monsieur de Charette, que tanto da.
Un feliz día de la Pilarica para todos.
Ahora que caigo, Espartero y su caballo, la moral es de los curas. Bueno, entonces, si un día un vecino suyo le molesta con una fiesta hasta las tantas, mándele un cura y vd. actúe como si no pasara nada. Muchos padres podrían hacer lo mismo cuando ven a sus hijos fumando porros. ¿La moral sólo para curas en una política atea? Creo que tiene vd. un gran cacao mental. No me extraña.