Los liberales, dignos tutores de los nacionalismos, toman la Historia como escogiendo la oferta más conveniente de un supermercado, e intentan adecuarla a sus mundos imaginarios.
Otra moda de los liberales es decir que el Antiguo Régimen no era más que una mediocre casta de privilegiados, para luego exaltar la Ilustración; omitiendo, claro está, que el rasgo característico de la – muchas veces mal llamada o mal explicada – Ilustración fue la exacerbación del absolutismo. Las modas los acaban liando. Y en esos líos, en su prepotencia están traumatizados porque el pueblo español no se levantó contra la invasión de Bonaparte por una “libertad” abstracta al servicio del compás y el triangulito, sino que la defensa popular era por la Religión, el Rey y la Patria, como rezaba en tantas gloriosas banderas.
Uno no dice que el Antiguo Régimen – muchas veces mal cotejado – fuera perfecto. Ni tan siquiera intenta idealizarlo. Pero que hablen de privilegios quienes profesan el credo de las multinacionales/especulaciones bursátiles, los caciquismos, los partidismos, los pronunciamientos con brindis al sol, desamortizaciones sacrílegas y antipopulares, y que nos han creado en estos dos siglos la ruina absoluta con constantes castas de politicastros, saltándose la ley a la torera siempre que se les ha antojado, hombre, es que ya es de cachondeo.
Así las cosas, en esta moda entra “Cádiz como la cuna de la libertad”. La libertad de la guillotina, básicamente. La libertad de unas sesiones asaltadas por griterías (Hasta Benito Pérez Galdós lo refiere en sus Episodios Nacionales) a sueldo donde no se permitía apenas hablar a los diputados “realistas”; la libertad de viva el pensamiento libre mas muera el que no piense como yo. Obsérvese que en el siglo XVIII España era considerada la tercera potencia europea, y luego obsérvense los dos siglos de la ladrada “libertad”, en verdad tiranía que fue hecha contra lo que luchó el desangrado pueblo, pueblo siempre despreciado por el liberalismo, que lo intenta usar cuando conviene como herramienta revolucionaria, y cuando no lo moteja de canalla o bandidaje, al uso del conde de Toreno (El marxismo tomará muy en serio esta “expresión ideológica”). Por eso los liberales fusilaron en Sevilla a todo sospechoso de carlismo, y por eso tildaban de bandidos a los cordobeses y rondeños que en masa se sumaban a la intrépida hueste del general Gómez.
Y es que como a los liberales nunca les gustó la muy digna lucha de las Españas contra la invasión/revolución, unos optan por hacerse afrancesados, otros por anglófilos, otros por un vago nacionalismo agujereado; pero siempre con la moda de la consignita barata sin atender a la verdad ni a la Historia, y por supuesto a la Tradición.
Marquês de Almedina
Además de eso, para lograr imponer el liberalismo, en el siglo XIX protagonizaron cerca de cuarenta golpes de Estado, así de populares eran.
Y su famosa constitución «La Pepa», la impusieron porque sí, por unas Cortes que no estaban legitimadas para ello. Y ni siquiera se dignaron someterla a referendum, que hubiera sido lo coherente con su ideología. Pero claro, sabían que iban a perder….. ¡Demócratas que eran!
¡Hombre Esperaindedo!, Los carlistas también dieron tres golpes de Estado en el XIX y porque no pudieron mas….
Y la Pepa no se sometió a referen, porque supongo yo que en aquella época no estaban las cosas tan desarrolladas como ahora como para poder hacerlo,
Los carlistas no dieron golpes de Estado, se echaron al monte, que es muy distinto.
Y no es Esperaindedo, sino Esperaindeo.
Lo siento pero yo soy muy fino para decir «deo», yo digo «dedo».
No sabes latín
Ni tú suahili……
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Las cosas están ahora tan desarrolladas que hasta un caballo se atreve a dar clases de Historia sin tener ni idea, pero esto ya no es nuevo en este Blog. Puede que sea tan fino que se coma la cebada con cuchara y servilleta, que hable sánscrito si le parece, pero de Historia de España y de Historia del Carlismo está bastante «cortito». Ya lo ha demostrado en varias ocasiones. Son las cosas de los liberales…
Espartero: Digo yo que viviendo en un mundo tan proclive a sus «ideas», debe estar vuesa merced muy aburrido para acudir acá a mostrarnos su ignorancia histórica y su pésimo humor (Digo pésimo porque es peor todavía que el mío). Sea como fuere, gracias de nuevo por su interés.
Los carlistas no dieron ningún golpe de Estado, sino que trataron de defender los derechos del legítimo sucesor a la Corona, sin apoderarse violentamente de las instituciones de Gobierno, que es lo que hicieron los liberales en unas 40 ocasiones a lo largo de todo el s. XIX.
Y la Pepa se impuso tres veces por tres golpes de Estado.
1810: cuando en las Cortes convocadas los diputados revolucionarios decidieron porque sí que se iba a elaborar una nueva constitución, cuando eso era algo no previsto en la convocatoria de Cortes.
1820: Por el pronunciamiento de Riego en favor de La Pepa, que significó, además la pérdida de toda la América española por dos motivos:
– Porque los 10.000 soldados que debían embarcarse con Riego para decantar en su favor las armas del Rey este miserable personaje los utilizó para dar un golpe militar en la Península.
– Porque cuando se enteraron en América de que Fernando VII había jurado La Pepa (coaccionado), muchos realistas se decantaron masivamente por la independencia.
1836: Nuevo golpe de Estado para poner en vigor La Pepa.
Luego está claro: Espartero y su caballo es un golpista que viene aquí a provocar.