La habilidad de la izquierda

Reconozcamos una cosa: La izquierda tiene habilidad. Sobre todo para la mentira. La derecha no se queda atrás, pero el rojerío tiene, mmm, cómo decirlo…Arte dramático. El humorista Aznar solía contar el chiste de que España iba bien. La izquierda en cambio es un poquito más sofisticadilla. Una de sus principales habilidades reside en vendernos a abyectos criminales como estandartes de paz y libertad. Ernesto Guevara de la Serna, de origen bien burgués, es todo un clásico. En la Piel de Toro tenemos a un tal Santiago Carrillo paseado cual mono de feria desde la belle epoque transicionista. En su día fue un vampiro cruel que se sació cobardemente con la sangre de muchos inocentes; su draculina actitud no ha cambiado, solo que ahora prefiere llevarse el dinero de todos y aplaudir a otros que practican algo parecido a lo que él hizo, como por ejemplo los infanticidas.

Hay quien dice que para mentir hace falta uno que mienta y otro que escuche. La izquierda no sólo tiene quien escuche, sino quien la aplauda conservando intactas todas sus iniquidades. Algunos la llaman derecha. En España hablamos más de Partido Popular. Hijos de la misma madre al fin y al cabo: Mamá Revolución.

Marquês de Almedina

4 comentarios en “La habilidad de la izquierda

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  2. Efectivamente la izquierda siempre tuvo mayor poder mediático, aparte la cultura siempre ha sido tradicionalmente izquierdos, no se muy bien por qué.
    Los métodos utilizados por el nazismo son la base de este izquierdismo post muro de berlín. En cuanto a la derecha no voy a comentar nada por inútiles.

  3. No creo que la izquierda tenga más habilidad ni mayor poder mediático. Lo que tiene la izquierda es mayor visceralidad, mayor grado de exaltación y, evidentemente, muchísimas dosis de poca vergüenza. Si todos estos ingredientes los metes en una coctelera el resultado es un cócktail molotov. Ni Alfonso Guerra en sus tiempos mozos ni, por ejemplo Zerolo, Enric Sopena ó Pilar Rahola en los actuales tienen una gota de razón ni de «ejemplaridad» en los argumentos que defienden, pero suenan. Y suenan porque se comen literalmente a sus adversarios con su poca vergüenza, sus argumentos exaltados y su visceralidad. Y no nos engañemos: Esto le llega al pueblo con mayor intensidad y mucho más directamente que las sesudas argumentaciones de los «grandes pensadores» de la derecha.
    No estoy de acuerdo con que tradicionalmente la cultura haya sido izquierdosa. Es izquierdosa la cultura que actualmente se nos quiere meter con calzador desde los medios de comunicación porque la derecha es complejosa y retraida y le falta esas dosis de valentía que le sobra a la izquierda.
    De todas formas, soy de la opinión que tanto derecha e izquierda, como dice el Sr. Marqués son una hijas de… la misma madre. La izquierda corre mucho mientras que la derecha camina poco a poco, pero la meta es la misma para ambas: honrar a Mamá Revolución. La prueba es que la derecha no deroga las atrocidades de la izquierda cuando llega al poder, sino que las adultera y las solapa para hacerlas más dulces y digeribles. Cuando el pueblo ya las ha digerido, le toca de nuevo el turno de gobierno a la izquierda para pegar otro arreón, y así, sucesivamente. No nos engañemos, así es el sistema liberal.

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