Let it be

En un mundo que presume de incrédulo, los católicos somos criticados por el mero hecho de asistir a Misa. Empero, no hace mucho, al hilo del no sé cuánto aniversario del Let it be de los Beatles, muchos grupos y mucho público se fundieron ante una azotea de Madrid para –malamente- remedar con compungida solemnidad el ritual del último concierto del grupo anglosajón. Silencio, emociones, aplausos, éxtasis….Solemne recordatorio y la gente tan contenta para casa, habiendo comulgado con los estereotipos más políticamente correctos y mediáticos, flotando en un ambiente nostálgico, melancólico y alucinógeno.

Quizá eso es lo que se llama comulgar con ruedas de molino. Creo que los antiguos paganos eran más serios.

Yo prefiero comulgar tras confesarme. La música del cuarteto de Liverpool puede gustar más o menos. Lo que resulta tragicómico es que este mundo moderno, en su ignorante impiedad, sustituya la religión por las más descaradas y estáticas supersticiones. He ahí el fracaso del “culto al progreso”, recurriendo a gazmoñerías del pasado. El mundo que pretende matar a Dios para endiosar a quien se le antoja. Hablando en inglés: Un mundo muy de B. Shaw y muy poco de Chesterton.

Como el califato progre se entere de esto, capaz es de montar un tinglado similar utilizando algún balcón de la Campana, y como el que no quiere la cosa, podrían abolir la Semana Santa en pro de una Semana Laicista Solsticio-Primaveral en la que no haya saetas y sí Let it be. El partido de las gaviotas hará los coros. Tiempo al tiempo.

 

Marquês de Almedina

3 comentarios en “Let it be

  1. Sr. Marqués: No le dé Vd. ideas «al de la pipa» porque lo mismo lo hace y, quien sabe si también en Navidad montará un Nacimiento laico donde el portal de Belén sean las setas de la Encarnación, los Reyes Magos vengan en el tranvía de la Avenida y los pastores se vistan de «bovis» que en vez de cuidar ovejas cuiden las bicicletas maoistas del alcalde. Ya puestos, el propio «pipero» se podría vestir de «caganet» debajo del arquillo del Ayuntamiento. El alcalde, de «posadero» negando el pan y la sal a la gente de bien y Zoido de «Herodes» dejando impunemente que el poder establecido haga efectiva la matanza de los inocentes. En lugar de villancicos, podrían cantar alguna canción de Jarcha ó de Carlos Cano en sus mejores tiempos dirigidos por la batuta de Griñán con algún solo interpretado por la hija de Blas Infante. Eso sería modernidad. Ni que decir tiene que esos «villancicos laicos» no se cantarían debajo del árbol de Navidad, sino debajo de una gran bandera de colorines en el mátil que hay en el puente del alamillo… El resto de los políticos harían de cochinitos, camellos, pavos, gallinas, burros y demás animales autóctonos. Estaría «guay», ¿no?

  2. Pues también es verdad Trajano. Esta gente tiene más peligro que McGyver en una ferretería. No obstante conviene estar preparados.

  3. Pingback: Estos progres...

Los comentarios están cerrados.