El pasado día 5 del presente mes, la parafernalia oficial andalucista representada por los principales partidos políticos se reunió en el Parlamento autonómico para volver a glosar la figura del notario separatista. Como “celebrar” la efemérides de su muerte el día 10 de agosto viene muy mal porque los políticos están de vacaciones, ellos mismos, (los políticos), decidieron que este año sería más conveniente hacerlo en el mes de julio para que no se les acorten sus días de asueto.
Al parecer acudieron representantes del PSOE, del PP y de IU que, más que recordar la figura del difunto, arrimaron el ascua a sus respectivas sardinas en cada alocución. Así, el PSOE hizo una defensa del Plan de Empleo Rural, el PP hizo una auténtica melopea sobre el servilismo autonómico frente al centralismo e IU aprovechó para reivindicar el federalismo y la lucha de clases. Incluso algún extremista de IU cantó el himno del difunto con el puño en alto. ¿Es raro este tipo de celebración?. Evidentemente no, por muchas razones:
Primera: El tributo que los partidos políticos liberales tienen que pagar a la memoria del difunto es tal, que si no hubiese existido su figura difícilmente vivirían de la actual “mamela” autonómica. Lo que se llama “vivir del cuento” podríamos denominarlo en este caso “vivir de la memoria del difunto”.
Segunda: Es mucho más correcto políticamente “pintar la mona” en una celebración absurda, (y después tomarse una copita en amor y compaña), que glosar la figura de un individuo cuyos mayores méritos fueron presentarse a unas elecciones por el partido “República Revolucionaria Federal Andaluza” y perderlas por amplia mayoría, publicar la obra “El Estado libre de Andalucía”, volverse a presentar a otras elecciones por una coalición llamada “Izquierda Republicana Andaluza” que aglutinaba a otros dos partidos: “Partido Republicano Radical Socialista” e “Izquierda Radical Socialista” y volverlas a perder, vincularse a movimientos anarquistas y ser gran defensor de la C.N.T. y, por último, apostatar de su religión católica y convertirse al Islam el 15 de Septiembre de 1.924, mediante la “shahada” en la localidad de Agmat (Marruecos), adoptando el nombre de “Ahmad”.
Evidentemente, no es conveniente desde el poder establecido airear estas “perlas” de la biografía del difunto porque, de ser ampliamente conocidas, gran parte del pueblo andaluz renegaría del “padrinazgo” del separatista notario. ¿Y a este sujeto, cuyo único deseo fue vivir al más puro estilo magrebí renegando de la tierra española que lo vio nacer, le llaman oficialmente “Padre de la Patria Andaluza”?. Me hubiera gustado haberlo visto viviendo con una chilaba rodeado de cabras en un peñasco desértico sin poder acceder a las oposiciones a Notaría que le ofrecía el Estado Español. Otro gallo hubiese cantado, pero entonces quizás le hubiesen dado el título de “Padre de la miseria mora y de las cabras de Perejil” y los actuales “caciques políticos andalucistas” no tendrían un mártir al que alabar.
Carlista Andaluz
Pingback: Anónimo
Os dejo un enlace interesante (aun con reservas) sobre este personaje: http://www.nodulo.org/ec/2007/n060p02.htm
Me parece que los andaluces o mejor dicho los políticos andaluces eligieron mal como padre de esta región española a este individuo.
Hubiera sido más propio y conforme con la Historia haber elegido a Fernando III el Santo. Este Rey hizo un avance enorme en la Reconquista y precisamente en tierras andaluzas.
Desgraciadamente para nuestra región, el tal Infante este no fué más que un «pobre harto de pan». Un «iluminado» como Sabino Arana ó Luis Companys, con una esquizofrenia paranoide y un afán de protagonismo que le impulsó a inventarse su propia idea de lo que es Andalucía. Con dinerito, se rodeó de gente analfabeta, (que no era más que lo que él conocía ya que de hecho provenía de las clases sociales más bajas) y se convirtió en el «tuerto en el pais de los ciegos». Idolatrado por la masa de pobre cultura se convirtió en adalid del absurdo y envenenó al populacho con sus ideas independentistas.
El fallo de Queipo fué haberlo mandado «quitar de enmedio». Si no hubiese sido así, sus ideas se hubieran diluido dentro de las tendencias surrealistas que florecían en la época. Como lo fusilaron por «tipejo», las hordas revolucionarias independentistas lo tomaron como proto-mártir del sentimiento andalucista.
Decir que Blas Infante es «Padre de la patria andaluza» es como decir que El Pali o Vicente el del canasto son los «Padres de la patria sevillana». ¡Valiente mamarracheo…!.
Descanse en paz este sujeto en este blog, pero descanse para siempre…
Estimado Trajano, alguna corrección a tu escrito. Blas Infante no era en ningún caso un «pobre harto de pan», ni provenía en modo alguno de las clases sociales más bajas. Su padre, que era abogado y además secretario del Juzgado de Casares, en Málaga, tenía propiedades, y su madre Ginesa Pérez de Vargas Romo, pertenecía a una muy conocida familia de Casares, de labradores más que acomodados, familia en la que había militares de alta graduación y que además de tener una larguísima genealogía de tono más o menos ilustre, enlazaba con apellidos muy importantes de la región. Cuando Blas Infante escribía aquello de los jornaleros que él había visto en malas condiciones lo escribía no porque él fuera uno de ellos, sino porque los jornaleros los había conocido yendo a trabajar a las tierras de su familia.
Item más, la familia de Blas Infante fue literalmente masacrada en Casares por la limpieza que llevaron a cabo las hordas marxistas del pueblo, compuesta en su mayoría por braceros convenientemente manipulados. Se cargaron a un montón de parientes de Blas Infante, algún que otro Pérez de Vargas se repite, por «señoritos» y por «derechosos».
Es curioso que hoy se trata generalmente de ocultar el origen social y familiar de Blas Infante desde la propaganda oficial, porque no encaja en el modelo de «pobre revolucionario» hasta le llaman en muchas biografías oficiales «Blas Infante Pérez», cercenando su apellido y omitiendo el «de Vargas» para maquillar su origen social y que no lo relacionen con los Pérez de Vargas de su familia.
En mi opinión, Blas Infante fue un tipo extraño, uno de tantos intelectuales a los que se le fue la pinza con la manía de innovar pensamiento, influenciado por una moda -la del federalismo de izquierdas- muy de su época, pero que no habría tenido más trascendencia si, como dices, no hubieran sido tan torpes de matarlo. La memoria de un mártir fabricado les ha venido perfecta para hacer un «andalucismo» artificial, que no tiene más seguidores que las instituciones políticas que viven de ello, pues a la generalidad del pueblo andaluz se le da un ardite las ideas de Blas Infante, que apenas nadie conoce ni tiene ganas de conocer en nuestra tierra.
Creo que atacar a la figura de Blas Infante es desperdiciar munición en un señuelo de trapo. No tiene entidad política para ello. Lo que importa son los chupópteros que a costa de su supuesta memoria (muy desmemoriada, por cierto, como ya he comentado) hacen su agosto y nos chupan la sangre a todos los andalucitos de a pie.
Por cierto, y una anécdota curiosa: hubo un momento en el que Blas Infante, cuando en los albores de su artificiosa maquinación nacionalista en lo que pensaba era en un regionalismo más o menos contaminado de liberalismo, conectó con tradicionalistas andaluces (sabido el fuerte arraigo foral, regionalista, del Carlismo) para formar algún tipo de alianza, coalición o colaboración con ellos. Aquel intento quedó en nada, como es lógico, pero es interesante saber que existió.
Yo pienso que el Carlismo tiene el deber de presentar y hacer fuerte un verdadero andalucismo frente a la artificiosa fabulación «infantiana» (o incluso mejor dicho, post-infantiana). Un andalucismo foral, católico y español, que tenga presencia en la escena cultural y política andaluza. Riqueza doctrinal, desde luego, no nos falta.
Por último, decir que estoy de acuerdo con tu apreciación de que debe descansar Blas Infante en este blog. Como digo, pienso que es tirar a objetivo equivocado. Los hay de muchísima más entidad y más dañinos que la memoria de un muerto desgraciado que hoy estaría en el olvido si a los socialistas en la llamada «transición política» no les hubiera dado por recuperarlo para sus intereses particulares, que desde luego nunca fueron el «nacionalismo andaluz».
Saludos.
Algunos de los parientes de Blas Infante asesinados por los rojos en Casares:
D. Ignacio Pérez de Vargas y Quirós. Natural de Casares. 40 años de edad. Casado con Doña Dominga Pineda Quirós, quien fijó su residencia en Algeciras. Deja un hijo de cuatro años. De profesión labrador. Su padre, Don Manuel Pérez de Vargas Romo, era hermano de Doña Ginesa Pérez de Vargas Romo, madre del “padre del andalucismo” Blas Infante Pérez de Vargas y, por tanto, primo hermano de éste. Sin filiación política. Fue detenido en el Cortijo de Capeli el 18 de agosto de 1936. Actuó como testigo de su muerte Victoria Pérez de Romo, tía carnal de Blas Infante y del vecino que nos ocupa. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Sus restos descansan en el cementerio de esta ciudad. Enterrado en Estepona.
D. Ignacio Pérez y Pérez de Vargas. Natural de Casares. 49 años de edad. Casado con Doña Gloria Horiuela Sevilla. Deja una hija de veinticinco años y un hijo de 18 años (asesinado en 1936). De profesión abogado. Fue detenido el 18 de julio de 1936. Su padre, Don Juan Pérez de Vargas Romo, era hermano de Doña Ginesa Pérez de Vargas Romo, a la sazón madre del “padre del andalucismo” Blas Infante Pérez de Vargas. Por tanto el líder andalucista es sobrino de este asesinado por los marxistas casareños. Como testigo de su asesinato, curiosamente actuó la hermana de la madre de Blas Infante: Victoria Pérez de Vargas Romo, tía carnal del asesinado y del propio Blas Infante Pérez de Vargas. Sin filiación política. Fue sacado de una casa de Manilva y su cuerpo fue hallado en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.
D. Juan Pérez de Vargas Oriuela. Natural de Granada. 18 años de edad. Soltero. Estudiante. Primo del andalucista Blas Infante Pérez de Vargas. Hijo del también asesinado Ignacio Pérez y Pérez de Vargas. Sin filiación política. El día 18 de julio de 1936 fue detenido en el cortijo casareño de La Bodega. En 1941 aún se desconocían los autores. Su cuerpo apareció en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.
D. Manuel Pérez de Vargas Romo. Natural de Casares. 70 años de edad. Viudo de Doña Sebastiana Quirós López. Su hijo, Ignacio, de 40 es el que aparece arriba consignado. Deja dos hijos de 32 y 30 años. De profesión agricultor. Hermano de la madre del líder andalucista Blas Infante Pérez de Vargas y por tanto su tío carnal.
Fue alcalde por un partido de derechas. Es detenido el 21 de julio de 1936 en su casa de calle Molinos. En 1941 se desconocen los autores. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.
Estimado Tradicionalista: Te agradezco enormemente todas las aclaraciones que enumeras en tus dos intervenciones. Evidentemente, mis conocimientos sobre la familia del interfecto no llegan, ni por asomo, a los tuyos y, como te digo, me han enriquecido enormemente.
La conclusión que saco de todo ello es que, si bien su muerte fué consecuencia de sus actividades personales, políticas y religiosas, su pensamiento fué consecuencia de los desmanes sociales perpetrados por su familia materna. Conozco familias de labradores más que acomodados en cuyas fincas no entró ni un solo rojo porque allí se pagaba un duro más que en las fincas de alrededor. Si los Pérez de Vargas fueron, como dices, masacrados por braceros manipulados por las hordas marxistas, parece evidente que, en este caso, debía de haber un motivo previo para ello. Y si es así, aun me repugna más la figura del susodicho. Lo que debió de haber hecho, dada su posición, es intentar subsanar los errores pasados en lugar de alentar más aún el odio del populacho hacia su propia clase social.
Lo dicho, un equivocado se mire por donde se mire que sigue equivocando a cuantos lo rememoran. Muchas gracias por la información.
Buena información sin duda.
El mismo Blas Infante dejó dicho: «Los tradicionalistas nos miraron con simpatía atendiendo a nuestro nombre, pero en cuanto empezaban a penetrar nuestra doctrina huían desolados». Tomado de http://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/40/blas_infante.htm
En efecto estoy de acuerdo con la poca entidad política del andalucismo. Pero creo que su mensaje ha calado más de lo que nosotros pensamos, empezando por la general aceptación del trapo de reminiscencias mahometanas y el escudo del domador que Infante se sacó de la manga, una simbología que por una cosa u otra siempre ha sido más bien impopular en Jaén y Granada. Yo soy del 81 y a mí desde chiquitito (Y estudié en colegios «religiosos») me sacaban cada 28 de febrero con la banderita de los…y me «enseñaban» que Blas Infante era el padre de la patria andaluza. Su doctrina es pobre pero sin duda me parece peligrosa, porque es la negación de Andalucía en base a un «paraíso andalusí» que nunca existió; considerando la Reconquista como una «desgracia invasora» y encima culpable del latifundio, latifundio del cual más o menos disfrutaba su familia como acá ha expuesto el amigo Tradicionalista.
Eso por no hablar de que cuando muchos españoles se estaban desangrando en las peñas norteafricanas, este sujeto fue a buscar a los descendientes del déspota Al Mutamid. Aun a pesar de su pobreza intelectual y de su nulo calado entre el pueblo andaluz, en más de uno y dos países hubiera sido considerado un traidor a la patria.
No estoy diciendo que el separatismo islamófilo haya calado aquí del todo. Pero sí han calado ciertas consignas desgraciadamente, Y conociendo nuestro carácter (Que en absoluto es «hedonista-hippiesco» como poco más o menos dice Manolito Pimentel. un neo-infantiano más), el día que nos dé por eso….Ya digo, esperemos que no.
Por cierto se me olvidaba, apoyo totalmente la idea de un regionalismo andaluz tradicional. Si los valencianos, catalanes y navarros tienen en tanta estima sus símbolos regionales, ¿por qué nosotros no? Recuerdo que hace años sacamos una pegatina en la que incluíamos la «bandera de S. Fernando». Luego esa bandera se ha sacado en tamaño grande por otras asociaciones. No les «culpo» por ello. Creo que por ahí podríamos empezar y como dice Tradicionalista, quienes mejor que nosotros.
Trajano: pienso que puede haber algo de razón en eso que cuentas de que las venganzas contra la familia de Blas Infante fueran provocadas en parte por ellos mismos. Sabemos que hubo mucha arbitrariedad en las «limpiezas» ideológicas de la guerra, tanto en uno como en otro bando, pero también fueron corcunstancias aprovechadas por muchos para saldar venganzas y rencillas personales. El caso que comentas de las fincas en las que no entraban los rojos porque pagaban más que en las de alrededor me suena familiar. En el pueblo de mi familia, al inicio de la guerra los rojos hicieron auténticas barbaridades, y mataron bastante gente hasta que fue liberada. Mi familia se dedicó siempre también a la agricultura, y tengo el caso narrado de que a mi bisabuelo, al iniciarse las algaradas fueron a buscarlo a su casa, ya que los revolucionarios que hicieron las matanzas eran en su mayoría llegados de fuera. Como le habían avisado, mi bisabuelo se había escapado al campo, a una finca que tenía, y también allí fueron a buscarlo. Lo curioso fue que fueron sus propios trabajadores los que se pusieron a la entrada de la finca y les dijeron a los que venían a buscarlo que el que pretendiera tocarle un pelo a aquel hombre tendría que vérselas con ellos. Y los otros se fueron. Al padrino de mi abuelo, sin embargo, lo mataron de una manera brutal. No sé si pagaba más mi bisabuelo que su compadre o no, pero sí sé que ese bisabuelo mío siempre tuvo un trato exquisito con la gente que trabajaba para él, y que siempre los ayudaba en todo lo posible, mientras que el otro respondía al modelo de «señorito» tirano y despótico. Una vez mi abuelo me contó que siendo él joven, casi un niño, mandó a callar a uno del campo diciéndole algo así como «tú te callas, que trabajas para mí, o algo así», y que acto seguido mi bisabuelo le cruzó la cara allí delante de todo el mundo y le obligó a pedirle perdón a aquel hombre. Lógicamente, mi abuelo aprendió.
También conozco, porque me las contaba mi abuelo cuando vivía, los casos de gente que le hacían auténticas putadas (con perdón) a la gente que trabajaba para ellos. Humillaciones y vejaciones que se pueden calificar de inhumanas, y que al lado de esas las que refleja «Los Santos inocentes» parecen niñerías. Concretamente me contaba, asqueado, las que hacían algunos de una familia bastante conocida en Sevilla. Ese tipo de actitudes, lógicamente, tiene que provocar la reacción contraria. Si a alguien le pisas tarde o temprano se acabará revolviendo (y muy bien que hace). Ejemplos de esto (aunque no tan exagerado) los tenemos también en nuestros días, con empresarios déspotas que tratan a sus trabajadores como si fueran números, en el mejor de los casos. Curiosamente, cuanto más enriquecidos rápidamente, peor suelen ser.
Estoy completamente de acuerdo contigo en que en el caso de Blas Infante, si en verdad estas venganzas obedecían a «provocaciones» pretéritas y no a la mera arbitrariedad, lo que tendría que haber hecho Infante era luchar por esa gente de verdad, por la mejora de sus condiciones, sin fomentar un irresponsable odio de clases, que no puede más que desembocar en tragedia. Pero aún así, insisto en que, según mi parecer, la maquinación ideológica de Infante carece de entidad, de solidez. Y quizás el factor «proletario-revolucionario» sea el menos importante de sus planteamientos políticos. Su nacionalismo, desde luego, parece de broma.
Marqués: Yo no otorgo tanta importancia al símbolo en sí, sino a lo que representa. El caso es que la aceptación de la bandera blanca y verde no implica una verdadera implantación de un nacionalismo andaluz mínimamente fuerte en Andalucía, y que el ponerle a Blas Infante el título de «padre de la Patria» se queda en eso exclusivamente, y para el 28 de febrero. La doctrina de Infante sería peligrosa en función de la verdadera implantación y aceptación que tuviera. Desde luego, en Andalucía no existe «conciencia nacional», y esto después de treinta años de oficialidad del andalucismo, luego la realidad nos dice que su «peligro» es más que relativo. Son mucho más peligrosas las doctrinas contra el hombre, la familia, la sociedad que están imponiendo a la juventud. Mucho más peligroso el consumismo, el hedonismo, el materialismo y el pansexualismo que hablar de una «Al Andalus» idílica en la que no creen ni quienes propagan la figura de Blas Infante, que lo hacen por puro interés personal, como bien ha apuntado Trajano.
Obviamente, el falso andalucismo de Infante es una parte más del todo, pero desde luego no la más importante, ni la más peligrosa.
En cuanto a lo de recuperar símbolos tradicionales, está bien.
Saludos a ambos.
Tradicionalista: Estoy plenamente de acuerdo contigo. En mi casa lo único que hicieron fué pegarle una paliza al casero y llevarse dos monturas. Y estoy hablando de Higuera de la Sierra, donde todos se conocían. Me consta, igualmente, que en las fincas de los alrededores hicieron auténticas barrabasadas. También estoy de acuerdo contigo en que, amparados por la barbarie se saldaron muchas antiguas rencillas «a lo bestia» sin motivo aparente.
Todo un señor notario, como el Sr. Infante debió de haber aplicado más raciocinio en su actitud en lugar de buscar ensoñaciones islámicas. ¿Qué tendrá que ver la opresión del jornalero andaluz con renegar de las raices verdaderamente históricas de Andalucía?. A este le pasó como a los que creen que España nació con la Constitución de 1.812. Para él Andalucía murió al huir el rey Boabdil de Granada y su ilusión fué restaurar esa época insertando en ella sus ideas recolucionarias.
Amigo Tradicionalista, pues nada que objetar.
Recreándonos en el tema, lo que sí observo peligroso e insultante es esa especie de «aura moruna» que se nos adjudica cuasi exclusivamente a los andaluces, y no es por «tema racial» lo que me molesta. Los moros estuvieron más tiempo en Valencia que en Córdoba y sin embargo allí eso no existe, como tampoco existe en el Algarve luso. Creo que, con alguna reserva, Serafín Fanjul lo clava bastante bien en sus obras «La quimera de Al Andalus» y «Al Andalus contra España, la forja del mito». Si aquí ha quedado esa «aura», casi reconvertida en «vago sentimiento», es gracias a un romanticismo extranjero y pedante y a una posterior politización del asunto, que si bien convengo en que no ha calado mucho, me parece más peligroso de lo que aparenta.
Morios p… carlistas y reunios con vuestro dios XXXX! como dijo Don Blas Infante VIVA ANDALUCÍA LIBRE! Libre de esco… como vosotros mald… ratas.. Andalucía es tierra de proletarios no de mamelucos ni de memos como vosotros!!! VIVA ANDALUCÍA LIBRE LOS PUEBLOS Y LA HUMANODAD!!!
¡ Miiiira qué bonito…! Anda, pobre inculto, vete al colegio y aprende a escribir HU-MA-NI-DAD, Aprende también que Dios se escribe con mayúsculas entre otras cosas por que es nombre propio (o sustantivo, como lo dicen ahora). Por cierto, me parece que no te sabes muy bien la letra de la cancioncilla esa que llaman «himno»: Es España y la humanidad. ¿Ves como no tienes ni idea?. Lo dicho, joven: aprende, ilústrate, fórmate adecuadamente y cuando tengas un mínimo de uso de razón (hasta que tu grado de inteligencia te lo permita) vuelve a entrar en este foro y verás como lo ves todo de distinta manera. Mientras tanto rezaremos por tí y por la familia que no supo educarte.
NOTA: El anterior comentario no va dirigido a los comentarios superiores, sino al comentario de un pobre muchacho que había puesto verde al Carlismo e incluso blasfemaba.
Grácias por…
Nota de los administradores: Obviamente, no vamos a tolerar el insulto, ni el tono de los comentarios vertidos aquí por este sujeto al que ahora borramos el mensaje. Si alguien quiere confrontar sus ideas con las nuestras, aquí nos tiene, para debatir lo que sea necesario, siempre desde las mínimas normas de cortesía elementales. Si alguien quiere «quemar iglesias», tal y como amenazaba este sujeto medio analfabeto, ahí tiene la calle para intentar hacerlo, si es tan valiente, que ya encontrará en ella quien le responda proporcionalmente. De momento, la IP del sujeto queda registrada, por si fueran necesarias acciones llegado el caso.
¿Ves, jovenzuelo izquierdoso, como ese camino que seguías no conduce a nada?. La Logse de Felipe González hizo tanto daño a los españoles y sobre todo a los andaluces que nuestra juventud está «analfabetizada a conciencia» por el sistema liberal que tanto defienden. Contra la ignorancia, el conocimiento. Contra el analfabetismo, la escolarización adecuada. Contra las malas formas, la paciencia y la prudencia. Y contra la blasfemia burda y soez, la prohibición de entrar en este foro. Enfin, seguiremos rezando por tí y por tu conversión. ¡Ah!, y , reitero, tambien por la de la familia que no supo educarte… Por cierto, dados tus modos, tu «talante democrático» y tu «vasto» (¿o basto?) lenguaje, no me extrañaría que fueras concejal de algún ayuntamiento.